Brasil proyecta un ahorro de 1.164 billones de reales (US$ 314,500 millones) en 10 años con la reforma del régimen de jubilaciones presentado este miércoles por el gobierno de Jair Bolsonaro, que concuerda con las expectativas de los mercados.
Con la propuesta, que establece una edad mínima de 62 años para las mujeres y 65 para los hombres, el gobierno pretende ahorrar en la próxima década más de US$ 300,000 millones, según un documento divulgado por el Ministerio de Economía con los detalles del proyecto.
La reforma establece además que los brasileños deberán contribuir durante 40 años con el sistema para jubilarse con una pensión completa.
Brasil es uno de los pocos países que no exige una edad mínima para el retiro laboral. El régimen actual permite jubilarse a las mujeres que cotizaron durante 30 años y a los hombres que lo hicieron durante 35, sin una edad mínima, aunque el monto del beneficio mejora para quienes prolongan su vida laboral.
El tiempo de contribución para obtener un beneficio mínimo pasa de 15 a 20 años.
"Precisamos ajustar las reglas de las jubilaciones. Las personas viven más, la expectativa de sobrevida viene aumentando. Las mujeres tienen menos hijos, lo que significa menos gente en el mercado de trabajo", afirmó el secretario de la Previsión Social, Leonardo Rolim, al presentar los detalles en Brasilia.
El ahorro en el proyecto de enmienda constitucional que debe ser votado por el Congreso incluye a los sectores público y privado y totaliza 1.072 billones de reales. A esa cifra se suman 92,300 millones de reales resultantes de la reforma del régimen de pensiones de las Fuerzas Armadas, que será presentado en los próximos 30 días.
Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, fueron personalmente hasta el Congreso para entregar el proyecto al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia.
El Congreso será un aliado clave del gobierno para hacer andar la propuesta, que por tratarse de una reforma constitucional precisa el aval de una mayoría especial de 3/5 en ambas cámaras.