Catorce partidos sin perder y una clasificación agónica a Rusia 2018 ha despertado aficiones hasta en los menos convencidos de la selección peruana.
Lucir la franja roja en el pecho es motivo de orgullo y para hacerlo solo necesitas la camiseta y cualquier medio para obtenerla.
Según Francesc Rufas, docente de la EAE Business School de España, el negocio de las camisetas va a ascender a US$ 180 millones en el Perú.
"Estos US$ 180 millones no los fabrica Umbro. El 70% que se está vendiendo es de marca blanca. Son réplicas, copias, imitaciones...", señaló.
El auge pirata en este negocio obedece a dos motivos: la urgencia de conseguir la casaquilla y el precio del producto oficial.
La urgencia se generó por la clasificación al último minuto de Perú y la escalada que se generó paulatinamente en las fechas culminantes del proceso eliminatorio.
"Estas camisetas se van a fabricar casi al 100% en Perú porque si los chinos te van a pedir algo para confeccionarlas es tiempo, y no les va a dar", observó.
Añadió que "desde la clasificación de Perú todos los stocks se agotaron, y la única forma de hacerlos con garantías de rapidez es con talleres locales".
Antes del Mundial, y a partir de la clasificación, se vendieron tres millones de jerseys blanquirrojos. No obstante, el experto estima que si Perú supera la fase inicial, se podrían vender cuatro millones.
El otro factor que determina el éxito de la piratería es el precio.
"No todo el mundo puede asumir una camiseta umbro de US$ 70, pero la mayor parte de los peruanos se puede comprar una camiseta no oficial por US$ 15", observó.