Los avances en Perú en relación al litio son pocos frente a lo avanzando este 2021 por Argentina, Chile y Bolivia; en especial, en este último país que lidera la explotación de dicho mineral con una reserva que se estima en más de 21 millones de toneladas y que ahora saca ventaja con la puesta en funcionamiento de un centro de investigación para la industrialización del litio.
“Lo primero que vamos a hacer es desarrollar ciencia y tecnología boliviana para la explotación y la industrialización de nuestro litio que beneficie a nosotros mismos”, dijo en su momento el mandatario boliviano Luis Arce. ¿Debería el gobierno peruano replicar esta estrategia?
En Perú solo tres hechos marcaron la agenda del litio este año en un contexto en que se eleva la demanda del mineral por la transición energética global (vehículos eléctricos): la venta del proyecto de litio Falchani y el proyecto de uranio Macusani, ubicados en Puno y operados en ese momento por Macusani Yelllowcake, a la canadiense American Lithium; la promulgación de la Ley que declara de interés nacional la promoción y fomento de la industrialización del litio y uranio en Perú; y, la advertencia del Ministerio de Energía y Minas (Minem) en relación a las “dificultades” para explotar litio en Puno debido al uranio.
Un nulo avance pese que en el territorio peruano se han identificado por lo menos hasta cinco zonas con alto potencial para la exploración y explotación del litio, como el Salar Salinas en Arequipa, Laguna Loriscota en Puno, el Salar Chilicolpa y el Salar Laguna Blanca en Tacna, y las rocas volcánicas en Puno, la región donde “más avances” se tiene desde que se descubrió Macusani en el 2018.
El camino a seguir
Puno demuestra el mayor avance para la futura explotación de litio pero la presencia del uranio es el principal desafío, pues su extracción -de forma no especializada- podría generar problemas serios de radioactividad que afectarían a la población, advirtió el Minem, aunque sin profundizar en alternativas.
“Se debe dar la importancia necesaria a la exploración y explotación de litio en un tiempo en el que la fabricación de baterías en el mundo genera bastante demanda. Necesitamos que el Estado brinde o flexibilice la normativa para que un proyecto de exploración pueda avanzar”, dijo a Gestión.pe Dante Salas, director de la Dirección Regional de Energía y Minas de Puno.
De acuerdo a datos de la Dirección, la región de Puno tramitó este año 678 petitorios mineros, siendo un número importante los relacionados al litio. Y es que en el 2021, se liberó una zona potencial “que generó un gran número de solicitudes que aún están en evaluación debido a que es de libre denunciabilidad por lo que será necesario un remate”.
Pero la creación de un centro de investigación y planeamiento que evalúe el potencial minero en todo el territorio, con recursos para participar en la exploración minera debería ser el objetivo de un país como Perú altamente minero, refiere el exministro de Energía y Minas, Carlo Herrera Descalzi. “No solo Bolivia lo está haciendo, también otros países desarrollados como Canadá”, anotó.
“Se puede apuntar al fortalecimiento del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) que incluya alianzas con las universidades del país para que personas calificadas, y no ligadas al Minem, realicen investigaciones que resulten en cómo mejorar la rentabilidad en la explotación de litio en el país, en cómo reducir los niveles de impurezas en las exportaciones mineras, entre otros, y que dichos resultados sean compartidos con las empresas bajo condiciones razonables”, anotó.