
Luego de casi 20 años de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), Bolivia podría respirar nuevos aires al tener un presidente de un partido político distinto: Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC) ganó las elecciones, según el conteo rápido del Tribunal Supremo Electoral.
La mañana de este lunes 20 de octubre, el presidente José Jerí informó que felicitó, vía telefónica, a Paz, deseándole los mayores éxitos en su gestión.
“En la conversación, le reafirmó que las relaciones entre ambos países constituyen una prioridad para la política exterior peruana, debido a los históricos lazos de amistad, la condición de países fronterizos y la amplia agenda en común. Asimismo, expresó el interés en reanudar el diálogo político al más alto nivel en la relación bilateral”, informaron desde las redes sociales de Presidencia.
Este contexto de cambio de política gubernamental abre un espacio importante que podría ser aprovechado por ambas economías, más aun considerando un mayor dinamismo en el panorama global internacional.
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Bolivia y Perú en cifras
La balanza comercial de Perú con Bolivia, entre enero y agosto, la última información disponible, presentó un déficit de US$ 89 millones. Aunque viene reduciéndose la brecha desde el 2022, el resultado de esta balanza se replica desde hace cinco años, en este período de análisis, según información de ADEX Data Trade.
En detalle, los envíos de Perú a su vecino del sur, en los ocho primeros meses del año, ascendieron a los US$ 444 millones, un crecimiento de más de 15% respecto al año previo.
En todo el 2024, acumularon US$ 617.8 millones, también un 15% más que en 2023.

En lo que va de este año, los productos que lideraron la lista de envíos son: diésel 2 (con contenido de azufre menor o igual a 50 ppm), valorizado en más de US$ 87.7 millones; seguidos de las barras de hierro o acero sin alear con muescas, cordones, surcos o relieves, por US$ 31.2 millones; demás agentes de superficie orgánicos (excepto el jabón) en preparaciones acondicionadas para la venta al por menor, por US$ 18.8 millones.
Por sectores, los envíos peruanos mayormente son no tradicionales (US$ 325 millones), precisamente del rubro químico (US$ 155 millones) y siderúrgico y metalúrgico (US$ 59 millones). En el ámbito de exportaciones tradicionales, destacaron los correspondientes al sector de petróleo y gas natural (US$ 117 millones).

En contraparte, entre enero y agosto, lo recibido desde Bolivia ascendió a los US$ 553 millones, una caída de más de 7% respecto al mismo período del 2024.
En su gran mayoría, estos productos son no tradicionales (US$ 474 millones), principalmente correspondientes al sector de agropecuario y agroindustrias (US$ 407 millones). En el lado tradicional (US$ 79 millones), lo que recibe Perú de Bolivia pertenece, principalmente, a la minería tradicional (US$ 67 millones).
Así, en este ranking, aparecen en los primeros lugares las tortas y demás residuos sólidos de la extracción de aceite de soya, con un valor de US$ 238.4 millones; demás aceite de soja y sus fracciones, con US$ 70.2 millones: y harina de habas (porotos, frijoles, frejoles) de soya, con US$ 34.2 millones.
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¿Perú mejorará su relación comercial con Bolivia?
Carlos Gallardo, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló que Paz tomará a una Bolivia que, por casi 20 años, aplicó una política férreamente nacionalista y su economía se sustentó en el crecimiento de la inversión pública. En el tránsito, se restó un espacio significativo para la inversión privada.
“Como resultado, se condenó a Bolivia a que sea un importador neto de gas porque, en los próximos años, se agotarían sus reservas. Esta figura supondría un cambio de su balanza comercial, en general, con el mundo”, apuntó.
En esta línea, Manuel Carpio-Rivero, especialista en cadenas de suministro de Pacífico Business School, afirmó que el cambio de gobierno boliviano abre una ventana importante para revisar y fortalecer el vínculo comercial con Perú.
“Bolivia siempre ha sido un socio estratégico, toda vez que se tiene una cercanía geográfica. Tenemos una integración cultural importante y, hoy, se tiene una oportunidad real de potenciar el comercio y apoyándose en una integración logística”, comentó.

Gallardo también señaló que, en este impulso de su política comercial, Bolivia retomaría negociaciones con países claves como Estados Unidos. Esto implicaría menores restricciones comerciales y la revisión de sus requisitos fitosanitarios, lo que facilitaría, por defecto, su dinamismo comercial.
A fin de aprovechar esta nueva ventana con Bolivia, Gallardo señaló que será oportuno revisar la balanza comercial que se tiene con otros países de la región para así definir algunas propuestas que puedan impulsarse en esta nueva etapa.
Para el gerente del IPE, uno de los productos donde se abren oportunidades para las exportaciones es el gas. Otro espacio que observó es una mayor exportación de productos agrícolas.
En detalle, el académico indicó que hay sectores como el logístico y transporte que podrían potenciarse, por ejemplo, Bolivia aprovechando los puertos de Perú para conectar sus productos con el Asia.
Puntualmente sobre productos, señaló que hay “una gran oportunidad” en recursos energéticos y naturales, pero no son los únicos.
“Las agroexportaciones tienen una ventana importante. Los productos peruanos, en general, son bien vistos y recibidos en Bolivia. Además, hay otros procesados, textiles y más”, sostuvo. Agregó que el sector turismo también puede ver reconfortado.
Por último, Gallardo indicó que Bolivia concrete un entorno totalmente favorable para incentivarla, resolviendo la falta de flujo de dólares, por ejemplo, podría tardar hasta un quinquenio.

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.








