El efectivo es el rey y los inversionistas huyen a la seguridad de los fondos en efectivo al ritmo más rápido desde la pandemia de coronavirus, al tiempo que la Reserva Federal sigue siendo firmemente restrictiva, según los estrategas de Bank of America Corp.
La clase de activos tuvo entradas de US$ 62,100 millones en la semana hasta el 2 de noviembre, según una nota del banco que cita datos de EPFR Global. Eso contribuyó a US$ 194,000 millones de entradas en efectivo desde principios de octubre, el comienzo más rápido de un trimestre desde que la pandemia sacudió los mercados en el segundo trimestre del 2020.
Los estrategas de Bank of America no esperan que la Fed cambie de rumbo en el corto plazo, ya que la inflación sigue siendo alta y el desempleo es bajo, según escribieron estrategas liderados por Michael Hartnet en la nota del 4 de noviembre.
Será necesario que ocurra una recesión y eventos crediticios para que la Fed termine con el ajuste monetario, lo que provocará el comienzo de un nuevo mercado alcista, dijo Hartnett. Los operadores estarán atentos a los datos de empleo de hoy en busca de signos de desaceleración en el mercado laboral, lo que podría convencer al banco central de que suavice su postura.
Los comentarios de Hartnett se producen después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, indicó esta semana que está preparado para elevar las tasas de interés tanto como sea necesario para acabar con la inflación, incluso cuando el banco central contempla ralentizar el ritmo de aumentos. El Nasdaq 100 cerró el jueves al nivel más bajo desde julio del 2020 y el índice se dirige a su peor semana desde enero. El S&P 500 se encamina a su peor semana desde septiembre.
Entre otras clases de activos, los fondos de acciones globales registraron entradas de US$ 6,300 millones en la semana, mientras que casi US$ 4,000 millones se retiraron de bonos, según los datos de EPFR.
Es probable que las acciones toquen fondo en la primavera del próximo año debido a un “choque de recesión”, escribieron los estrategas. Después de la inflación, las tasas y el pico del dólar, los inversionistas deberían vender el dólar y comprar bonos del Tesoro a 30 años, bonos de alto rendimiento, activos de mercados emergentes y de pequeña capitalización, dijeron.
El indicador alcista y bajista personalizado de Bank of America se mantuvo en su nivel “extremadamente bajista” por séptima semana consecutiva, el período más largo desde la crisis financiera mundial del 2008-2009. El nivel bajista máximo a menudo se considera una señal de compra contraria.
Entre otros próximos catalizadores, los estadounidenses se dirigirán a las urnas el martes para las elecciones de mitad de período para decidir el control de ambas cámaras del Congreso, la gobernación en 36 estados e innumerables otras elecciones locales e iniciativas electorales. Los demócratas corren el riesgo de perder su mayoría en la Cámara de Representantes ante los republicanos, pero buscan mantener su estrecho control en el Senado.