
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) actualizó su estimado de déficit fiscal, ubicándolo en un 2.5% del Producto Bruto Interno (PBI) para este año y en un 2.1% para el 2026.
La revisión de la proyección de la entidad monetaria ocurre en un momento crítico de la sostenibilidad fiscal y donde son varias las advertencias de un nuevo y tercer incumplimiento.
Precisamente, desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se adelantó, semanas atrás, que se solicitaría flexibilizar el límite del déficit, fijado en un 2.2% del PBI.
Inicialmente, se consideró un 2,8%, pero luego el titular del MEF, Raúl Pérez Reyes, retrocedió a una menor flexibilización: un 2.5%. De esta manera, el estimado del BCRP calzaría dentro del rango también proyectado por el MEF.
Los últimos resultados económicos muestran que, a mayo, el déficit fiscal fue de 2.7%, reduciéndose luego de que cerró el 2024 en un 3.5%.
Asimismo, desde el BCRP indicaron estimar que la deuda pública pase de 32.1% a 32.6% del PBI entre 2024 y 2026, “manteniéndose como la más baja de la región”.
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Debilitamiento de la estabilidad fiscal
Al ser consultado por Gestión sobre los anuncios recientes del MEF sobre un nuevo crédito suplementario y cambios en la regla fiscal, el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, expresó su preocupación ante el deterioro progresivo del déficit fiscal.
Velarde advirtió que esta tendencia está debilitando factores clave de estabilidad económica, pero los efectos son progresivos.
“No es algo que se produce inmediatamente, las cosas tardan mucho más en producirse de lo que uno espera, pero una vez que se produce, avanza con más rapidez de lo que uno creía. El efecto más tiempo del que uno espera durante este deterioro, después las consecuencias son horribles. No es algo inmediato”, comentó.
Sobre la modificación de la regla fiscal, Velarde indicó que, si bien puede responder a la realidad económica actual, es necesario actuar con prudencia.
“Con 2.5% (de déficit) tampoco es una cantidad exagerada frente al mundo”, dijo.
Aunque insistió en que lo fundamental es trabajar en el déficit y al mismo tiempo que se impulsa el crecimiento. “Si crecemos más, la capacidad de absorber deuda y déficit es mayor”, concluyó.