Según la última Encuesta de Expectativas Macroeconómica elaborada por el Banco Central de Reserva (BCR), las perspectivas de las compañías en el Perú sobre contratación de personal de más largo plazo son pesimistas.
En el mes de noviembre retrocedieron nueve de los doce indicadores de expectativas respecto a octubre. En particular, a los siete indicadores estaban en terreno negativo en el décimo mes del año, pero en el siguiente se sumó el de contratación de personal a doce meses, al pasar de 53 a 48 puntos (menor a 50 es el tramo pesimista).
Cabe indicar que, tras ello, se rompe con la permanencia que tenía el indicador en el tramo positivo desde setiembre del 2021. Por su parte, el mismo indicador a tres meses está sostenidamente negativo desde abril del presente año.
Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE) y Gonzalo Llosa, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, señalaron que el deterioro generalizado en las expectativas se condice con la crisis política, factor que para otros analistas se ha acentuado aún más, y su impacto en la confianza para contratar.
Macera también mencionó que medidas contraproducentes desde el ámbito laboral también han sumado al escenario. Cabe resaltar que medidas como la que restringe la tercerización han sido criticadas desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), gremios y otros actores, por ser negativa para el mercado laboral.
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“Posiblemente lo que está pesando aquí se explica por el entorno político sumamente incierto, a la par de un retroceso que ha habido en el campo laboral con las disposiciones desacertadas del Gobierno”, apuntó Macera.
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En línea con lo anterior, ambos mencionaron que las perspectivas acotadas sobre el crecimiento de la inversión privada también son un factor de peso para el empleo. Asimismo, el contexto más adverso desde el frente externo impone también una barrera en los planes de contratación de las firmas
Cabe señalar que, según la encuesta de expectativas, son tres sectores (de siete agrupados) los que tienen en terreno positivo su indicador de inversión a doce meses. Asimismo, en cinco se vio retroceso en este indicador en noviembre - ver tabla -.
“Hay una reducción en las expectativas de crecimiento para este y el próximo año tanto en Estados Unidos y China, que son bloques importantes, y esto hace prever un impacto a través del canal de exportaciones. Respecto a la inversión, si la parte privada se pone pesimista, sobre todo aquellos sectores intensivos en capital, entonces no compran la maquinaria y, por lo tanto, no se contrata a los operarios. Inversión y contratación van de la mano y son complementarios. Hay sectores más sensibles a la coyuntura política y social como minería, y otros que incluso reaccionan a un peor mercado laboral como construcción o comercio”, indicó Llosa.
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Perspectivas
El escenario laboral se perfila más difícil en el 2023 de lo que tuvimos en el 2022, señaló Macera, quien no espera que las expectativas sobre contratación mejoren hacia adelante.
“Recordemos que si bien el número de puestos de trabajo en planilla está mejor que en el 2019, la informalidad también ha subido y los salarios reales siguen por abajo. Mientras no haya una salida clara a la situación política crítica del país, va a ser complicado que los ánimos de contratación mejoren sustancialmente en los siguientes meses”, apuntó.
El economista de la UP mencionó que el pesimismo del sectores empresariales sobre contratar haría mucho más difícil que se absorba la nueva oferta de trabajo que se suma año a año.
“No hay razones para que los indicadores mejoren, de hecho, el ambiente político se ha deteriorado. Es preocupante, porque el mercado laboral es el sustento para al generación de ingresos de las familias, y a su vez del consumo y ahorro, que influyen en el dinamismo de la economía. Sobre todo los informales dependen del dinamismo de la economía, pues no tienen impulsos como los que ha habido con las CTS o AFP”, indicó.
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Datos
- De los cinco indicadores de situación actual, ninguno retrocedió en noviembre, pero todos son pesimistas.
- Todos los indicadores de expectativas a doce meses retrocedieron en noviembre.
- El crecimiento de la inversión privada sería negativo o cercano a cero en el 2023, según entidades como Macroconsult (-2.8%) y BBVA Research (0.1%).
- El empleo formal, según el BCR, al mes de setiembre creció 6% respecto al mismo del 2021. Fue 6.3% respecto al 2019.