Armas enfatizó que los sectores más pequeños se verán afectados e incluso podrían recurrir a la informalidad. (Foto: GEC)
Armas enfatizó que los sectores más pequeños se verán afectados e incluso podrían recurrir a la informalidad. (Foto: GEC)

El proyecto de ley propuesto por el Congreso que planeta colocar topes a las tasas de interés de las entidades financieras repercutirá de forma negativa a la inclusión financiera, sobre todo a las microempresas y personas naturales sin historial crediticio, advirtió el .

El gerente central de Estudios Económicos del BCR, Adrián Armas, sostuvo que si bien esta ley no tiene un impacto macroeconómico significativo, sí podría afectar el proceso de inclusión financiera que se ha venido desarrollando en las últimas décadas.

“Poner topes a la tasa de interés incentiva que los créditos vayan a aquellos deudores con menos riesgo crediticio y puedan ofrecer más garantías. Eso excluye a sectores con mayor riesgo crediticio que son microempresas de menor tamaño, ciudadanos, emprendedores”, explicó Armas.

Colocar topes a la tasa de interés a entidades financieras no es un tema nuevo en el Perú. Hasta 1990, existían y el mercado de crédito en el país era mucho menor al que existe actualmente.

“El objetivo es que la población tenga acceso a financiamiento en mejores condiciones, de tasas y plazos. Pero en el BCR pensamos que colocar topes a la tasa de interés no es la manera de lograr ese objetivo”, precisó.

Agregó que se en el actual régimen, si una persona accede por primera vez a un crédito podrá formar una reputación que luego se traduzca en reducciones significativas de las tasas de interés.

“El problema no es macroeconómico, el crédito va a seguir evolucionando. Pero en el sector más pequeño, nuevos agentes económicos, emprendedores, que están saliendo de la pobreza, se les será más difícil acceder al crédito. Esa es la preocupación que tiene el Banco. La opción que quedaría en ese entorno es acudir al crédito informal”, advirtió Armas.

Hace dos décadas existían más de 1.4 millones de deudores en el sistema financiero, en una población de 22 millones de personas. En la actualidad esta cifra bordea los 7.2 millones.