Londres (Reuters).- Los bancos europeos admitieron que tienen un problema de costos y ahora deben demostrar a los inversores que están haciendo todo lo que pueden para tener una vida rentable sin el sostén de empleos, bonificaciones y líneas de productos.
Algunos críticos de la industria dicen que muchos bancos han sido demasiado lentos a la hora de comprender la verdadera escala del problema y que necesitan incrementar el ritmo de cambio.
En las últimas semanas, los nuevos jefes en Deutsche Bank y Barclays respondieron con promesas de una ofensiva contra los salarios altos y se comprometieron a dar un nuevo impulso a las medidas de reducción de costos.
La escala del desafío es desalentadora.
La banca de inversión podría necesitar reducir un 30 o 40% de su personal para corregir la sobrecapacidad de la industria, generada por nuevas tecnologías y por clientes que exigen operaciones más veloces al mejor precio antes que asesoramiento en acuerdos, según Simon Maughan, analista de Olivetree Securities.
El consultor Roland Berger predice un recorte más modesto de hasta el 15% en los próximos cinco años, aunque eso también implicaría el despido de 75,000 empleados de una fuerza de trabajo total de 500,000.
Además, añadió que los bancos tienen que salir de líneas de productos y considerar emprendimientos conjuntos sobre recortes de empleo para poder obtener un retorno sobre acciones de más del 12%.
Sobre la base de los recortes hechos hasta la fecha, el retorno sobre acciones una medida clave de la rentabilidad podría promediar solo un 9% y llegar a un mínimo del 5%, indicó Berger.
UBS, Credit Suisse, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, Barclays y BNP Paribas ya han recortado cientos o miles de puestos de trabajo.
Los nuevos presidentes ejecutivos de bancos importantes optaron por recorrer el camino de la reducción de costos, aunque ya se teme que no puedan cumplir sus agresivas promesas sin golpear los ingresos.
Los bancos han mantenido los costos bajos en el último año, pero los costos de la primera mitad del 2011 fueron un 45% más altos que hace seis años, según analistas de 11 bancos europeos consultados por Reuters el año pasado.
Los bancos ahora también están adoptando una línea dura sobre costos no vinculados con compensaciones, apuntando a gastos en sistemas de tecnología informática, modernizaciones, movimiento de empleados y hasta viajes, periódicos y alimentos.
De todos modos, en el volátil mundo de la banca de inversión, la principal preocupación es que recortes demasiado severos puedan producir el alejamiento de empleados importantes y una caída en los ingresos.