Cerrar la brecha en inclusión financiera es uno de los grandes desafíos que mantiene el Perú. Y uno de los caminos para lograrlo es a través de la transformación digital, tal como quedó demostró durante la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, las previsiones de inversión en este segmento -en el país- irían en 2023 a contracorriente respecto a las decisiones de otros países de la región.
El tercer Estudio Latinoamericano de Banca Digital elaborado por Infocorp Group, fabricante de soluciones de software para bancos con operación en Perú, reveló que, tras una consulta a 140 ejecutivos con alto poder de decisión en empresas financieras de 20 países, el 65% manifestó que durante el 2022 incrementó la inversión en tecnología y, para el 2023, el 70% proyecta seguir aumentando dicho presupuesto.
No obstante, en el caso solo de Perú, de las Cooperativas de Ahorro y Crédito (COOPAC) y entidades microfinancieras consultadas, las estimaciones son al revés: solo un 33% afirmó que incrementaría la inversión en tecnología para el próximo año; mientras que el 67% dijo que mantendrá su nivel y un 3% señaló que lo reduciría, cambiando la tendencia del 2021, cuando para ese año el 100% de los consultados respondió que sí aumentaría su inversión para los canales digitales.
Todo ello, a pesar de que el 34% de las entidades financieras consultadas también reconoció -en el último Estudio- estar rezagado respecto a los canales digitales y un 20% dice que ya siente un impacto negativo con la llegada de nuevos actores no bancarios a la industria como cuentas simplificadas, billeteras de pago, entre otros.
En entrevista con gestion.pe, Jorge Delgado, presidente de la Asociación de Instituciones Microfinancieras del Perú (Asomif) -que representa a las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito, Edpymes, Financieras Especializadas, Alfin Banco, entre otros; señaló que, en efecto, la inversión en el rubro tecnológico se mantendría y no aumentaría porque las empresas están dedicadas a “hacer los colchones financieros para cumplir las regulaciones vigentes y dedicadas a las provisiones”, recuperándose de los estragos de la pandemia y la liberación de fondos.
Aunque también anotó un segundo motivo: las empresas tienen claro que deben continuar con una función digital mixta debido a que la mayor parte de su cartera son microempresarios. “Sabemos que para aquellos clientes que ya tienen un historial crediticio con nosotros es más fácil poder ofrecerles canales digitales; pero se complica cuando piden una ampliación de crédito porque, tras la pandemia, muchos ya no tienen el mismo negocio y hay que hacer una nueva evaluación presencial. Otro punto, es que la mayoría de microempresarios prefiere todo en efectivo, ahí todavía hay una brecha por seguir capacitándolos”, mencionó.
Cajas y Cooperativas de Ahorro y Crédito son conscientes del costo de oportunidad que permite la implementación de canales digitales -actualmente, cada analista financiero debe evaluar un promedio de 200 clientes. Se estima que hay más de 22,000 asesores financieros en este segmento del sector- sin embargo, tienen el enorme reto de desafiar su cultura interna.
Héctor Deambrosi, Head of Sales Latam de Infocorp, explicó a gestion.pe que -en promedio- el 50% del presupuesto en tecnología se destina a transformación tecnológica, nuevas soluciones que surgen, en la mayoría de países participantes del estudio, de sus áreas de innovación; y que apuntan, en el caso de la banca persona, a digitalizar las solicitudes de nuevois productos y, en la banca corporativa, a la integración directa del Banco con sistemas del cliente, transferencias múltiples e incluso factoring.
“Sin duda, la pandemia fue un acelerador para todos y las empresas tuvieron un nivel de inversiones considerable y, para el próximo año (en caso de Perú) tampoco es que lo van a disminuir. Y en el caso de empresas financieras mas pequeñas, el esfuerzo de un proyecto de transformación digital es un esfuerzo descomunal porque debe pasar por una serie de fases y de acceso a recursos; peor en el mercado existen soluciones atractivas y herramientas que las mismas entidades pueden modificar libremente”, resalta.
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Tendencia
Una diferencia clave entre el resto de países de la región y Perú es la existencia de equipos o áreas de innovación específica. De acuerdo al Estudio, un 35% respondió que dicha área es la que lidera las iniciativas de innovación; en el Perú, ese rol lo asume el área directiva o gerencia general y no se precisa si existe un área de innovación.
Y si se trata de implementar la innovación, el 63% - a nivel regional- utiliza su área tecnológica junto a un proveedor y un 19% lo desarrolla internamente y solo un 18% lo adquiere a un tercero. En Perú, las empresas consultadas no recurren a la compra de soluciones a terceros.
“En los últimos años ha credido el número de instituciones que reconocen formalmente el área de innovación en us organigrama. En los últimos cuatro años los movimientos de la industria no han sido siempre en la misma dirección por lo que es importante que sea un área (el de innovación) independiente”, refirió.
Dato
- El Estudio que se realiza anualmente por Inforcorp Group incluye respuestas a más de 140 ejecutivos con alto poder de decisión representando bancos de 20 países de la región.