A la sequía que golpeó desde fines de año a la agricultura, en pleno desarrollo de la campaña de siembra 2022-2023, le siguió el ciclón Yaku a causa del Niño costero, y cuando se espera para fin de año el arribo del fenómeno de el Niño global, una nueva anomalía climática azota las zonas altoandinas del país.
Desde el último fin de semana el descenso de la temperatura debajo de lo normal está afectando a varias provincias del Cusco, que en algunos casos han quedado cubiertas de nieve, y si bien algunos expertos lo atribuyen a un fenómeno pasajero, otros creen que sería más frecuente en zonas altas.
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¿Qué anomalía climática afecta ahora a la sierra?
José Mesía, especialista en meteorología del Senamhi, indicó que desde el domingo se registra un evento conocido como DANA, que consiste en la circulación de vientos a niveles muy altos de la atmósfera, lo que causa precipitaciones y bajas temperaturas, que tendrá impacto sobre todo en la sierra central y sur del país.
No obstante, para Ulises Osorio, especialista en agrometeorología y ex investigador de la U. Agraria La Molina, lo que se está produciendo en la sierra es efecto del evento denominado San Andrés, que es alimentado por el Anticiclón del Pacífico sur, y que trae vientos fríos cuya permanencia en el país podría ser prolongada, como ocurrió entre los años 1976 y 1980.
Ese evento, anotó, se caracteriza por traer vientos más fríos de lo normal sobre todo en horas de la noche y madrugada, el cual podría tener efectos negativos en algunos cultivos más sensibles a bajas temperaturas como la cebolla, la zanahoria, la col, el brócoli, la lechuga, entre otros.
¿Qué pronostica el Senamhi para cultivos?
Por lo pronto, un pronóstico de riesgo agroclimático para el periodo de mayo a julio que emitió el Senamhi, advierte de posibles efectos negativos de la baja temperatura para cultivos principales de la campaña agrícola como la papa, el maíz, el frijol y la quinua en la sierra.
Informes de esa entidad indican que, para los campos de papa sembrados tardíamente en la sierra central, los factores de riesgo se incrementarían hasta un nivel medio debido a una escasez de lluvias y temperaturas nocturnas frías, especialmente en la vertiente oriental.
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Refiere que en la sierra norte no se descarta daños en sembríos de ese tubérculo por bajas temperaturas y otros eventos extremos de corta duración en las zonas de mayor altitud.
En la sierra sur, refiere que las plantas de papa podrían ser atacadas por el “gorgojo de los andes” en parcelas que no fueron cosechadas oportunamente.
Impacto en el maíz
En cuanto al maíz que se siembra en la sierra central, y cuya cosecha se espera aún para junio y julio, el Senamhi indica que no se descartan descensos bruscos de la temperatura mínima que podrían afectar la cobertura foliar del maíz amiláceo, a lo que se sumaría los efectos de granizadas.
Las bajas temperaturas, también pueden tener efectos negativos en los campos sembrados de quinua en la sierra central, sur y en el altiplano.
“En la sierra central no se descarta la presencia de heladas y granizadas que podrían afectar la floración de la quinua de siembras atrasadas; aumentando el riesgo agroclimático en la región”, indica.
Añade que en la sierra sur y el altiplano tampoco se descarta la ocurrencia de granizadas, lo que incrementa significativamente los niveles de riesgo por pérdidas de cosechas en campos de quinua en maduración córnea.
Sin planes de prevención
Por su parte, la Defensoría del Pueblo advirtió que, según una proyección del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), se estima que 17 distritos de la región Cusco se encontrarían afectados por el fenómeno anómalo de bajas temperaturas.
La Defensoría del Pueblo expresó también su preocupación pues, hasta el momento, las gerencias regionales de Agricultura, Educación y de Transportes y Comunicaciones no cuentan con planes de contingencia para atender cualquier eventualidad o riesgo de desastre que se deriven de la variación climática.
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