Una tendencia que muestra el mercado inmobiliario es la reducción en la demanda de viviendas en preventa.
Hasta hace dos años, la demanda de las viviendas en preventa la conformaba el 53.5% del total de las ventas, pero esta participación se ha ido reduciendo progresivamente y ahora solo representa el 30.9% de las ventas totales.
Así lo muestra el último reporte de la consultora Tinsa sobre el mercado inmobiliario en Lima y Callao, con datos al segundo trimestre del 2022. Las compras en preventa la conforman los proyectos que están en fase de ‘cierre de terreno’ o en fase de ‘obras preliminares’ (ver cuadro), explicó Martín Villanueva, Líder en consultoría y proyectos de Tinsa Perú.
El atractivo de comprar en preventa está en que el precio puede ser entre 10% a 15% inferior respecto a la vivienda para ‘entrega inmediata’, pero hay que esperar entre uno a tres años, según la fase en que se encuentre el proyecto.
La baja en la compra de viviendas en preventa se debe a que la incertidumbre política y económica de los últimos años genera temores respecto a que un proyecto terminará o no de construirse, por lo que las personas ahora priorizan más la compra para ‘entrega inmediata’, indicó al respecto Villanueva.
“Debido a la actual coyuntura, hay menos certeza de que el proyecto se entregará, sobre todo con las inmobiliarias más pequeñas, por lo que ahora se está prefiriendo más el adquirir viviendas de ‘entrega inmediata’ o que estén cerca de culminarse”, refirió Villanueva.
El reporte de Tinsa también muestra que en los últimos dos años la participación de las ventas de viviendas para ‘entrega inmediata’ ha crecido del 15.3% al 27.3% sobre el total de ventas.
Esta tendencia se muestra tanto en las personas que buscan una vivienda para residir como para rentar, agregó Villanueva.
Ventas totales
El reporte de Tinsa muestra que en el segundo trimestre del año se vendieron en total 4,224 viviendas en Lima y Callao, un nivel similar al primer trimestre y por encima de los datos trimestrales durante el 2021 (ver cuadro).
No obstante, Villanueva estima que para la segunda parte del año no se puede asegurar que las ventas se mantendrán por encima de las 4,000 ventas trimestrales.
“Se podría esperar una desaceleración en las ventas en los próximos trimestres, por la incertidumbre mencionada y por el aumento de las tasas de interés de los créditos hipotecarios, lo cual impacta en las decisiones de compra de las personas”, refirió.
En el segundo trimestre del año las ventas fueron lideradas por el NSE B con 1,798 unidades (42.6% del total de ventas), seguido por el NSE AB con 1,441 unidades (34.1%).
Asimismo, Lima Moderna y Lima Top concentran el 59.7% de las ventas totales, seguido por Lima Centro (16.1%) y Lima Norte (13.3%).