La formalización de la pequeña minería y la minería artesanal en Ayacucho, una de las principales regiones productoras de oro en el país, camina a paso lento. Entre el 2016 y 2021 se logró completar con el proceso de formalización de 1,792 personas naturales y/o jurídicas que cuentan con actividad minera (22%), de las 8,075 personas que se inscribieron en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo).
Mientras que el trámite de otros 6,314 mineros, para la explotación principalmente de oro, está suspendido. ¿La razón? Principalmente, por observaciones al Instrumento de Gestión Ambiental y Fiscalización para la Formalización de Actividades de Pequeña Minería y Minería Artesanal (Igafom), necesaria para poder aprobar la actividad minera.
Así, el jefe de la Dirección Regional de Energía y Minas (Direm) de Ayacucho, Fausto Joyo, -a cargo de formalizar y fiscalizar a la pequeña minería- detalló a Gestión.pe que hay 72 Instrumentos de gestión ambiental desaprobados, 80 improcedentes, 47 en abandono, 40 resistidos y 533 que están aún en plena evaluación.
Además, hay otros 148 pendientes de evaluación correctiva y preventiva -es decir, que evalúa cómo se va a remediar el daño ambiental ocasionado por la actividad minera y cómo van a prevenir los impactos en el medioambiente-, 281 observados, 20 en mesa de partes, y otros adicionales.
De los casi 1,000 trámites en proceso, este año solo podrán realizar la fiscalización, junto con el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), de 23 solicitudes. “No podemos llegar a todos porque se requiere de un presupuesto mayor debido a la distancia en donde están ubicadas las unidades mineras. Por cada viaje se requiere de cerca de S/ 5,000 y el presupuesto de la dirección es de solo S/ 80,000 al año”, señaló.
En un 92% de avance se encuentran las fiscalizaciones programadas. La preocupación para Joyo es que el presupuesto tampoco permite hacer monitoreo sobre la minería informal en la región que sacaría el oro a través de Nazca (Ica). Señaló que no se ha podido realizar una actualización del avance de esta situación, que se estima en 15,000 mineros informales.
Frente a ello, opinó que una posible reapertura del Reinfo -como lo propone la bancada de Perú Libre y Alianza para el Progreso (APP)- no solucionará el problema de la informalidad.
“Los informales no vienen a inscribirse o esperan hasta la última hora para hacerlo. Hay que mejorar el presupuesto para ir hasta el lugar donde se ubican, porque están dispersados, y sensibilizarlos para que puedan formalizarse”, anotó.
Cabe indicar que un minero inscrito en el Reinfo pero que no termina su proceso de formalización tendría protección legal para no ser sancionado o sometido a un proceso durante el ejercicio de su actividad.
La gran minería
El otro lado de la minería en Ayacucho son las grandes unidades mineras. Apumayo, Breapama, Inmaculada y Pallancata -las dos últimas de la Compañía Minera Ares-, hoy con la incertidumbre de un posible cierre, concentraron entre el 2018 y el 2020 el 6.1% de la producción nacional de oro y el 8.8% de la producción de plata, según el análisis del Instituto Peruano de Economía (IPE).
Solo en el 2020 -año en el que el precio del metal precioso terminó en US$ 1,893.84 por onza-, la producción anual de oro en el Perú alcanzó los 84′638,518 de gramos finos (grs.f). De ese total, las cuatro minas ubicadas en Ayacucho tuvieron una participación de 6.9%.
Aunque tras las nuevas exploraciones, la unidad minera Apumayo, operada por la empresa Apumayo S.A.C., busca elevar su producción. Así, presentó a inicios de octubre último su Estudio Ambiental Preliminar para la Segunda Modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) de dicha unidad minera para desarrollar cuatro tajos abiertos, con el objetivo de alcanzar una producción de 30,000 toneladas métricas diarias entre oro y plata.
Por su parte, Breapampa, una mina de tajo abierto de oro y plata, operada desde el 2017 por South America Mining Investments S.A.C. (Sami), continuará con exploraciones. Según el portal web de la compañía, dentro de las concesiones mineras (8,800 hectáreas), se han identificado cuatro objetivos principales de exploración de minerales oxidados; siendo el prioritario el denominado Palcahuasi. Asimismo, espera que a largo plazo la unidad minera explote sulfuros que se encuentran debajo del tajo en explotación.
En tanto, la Compañía Minera Ares, filial de Hochschild Mining, a cargo de las unidades mineras Inmaculada y Pallancata, se ubicó en el quinto lugar entre las empresas mineras con mayor producción de oro en el país del 2020, con una participación de 5.9%, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem). Para este año, la empresa informó a Gestión (17.09.2021) que tenía proyectado extender la vida útil de Inmaculada hasta el 2041, invirtiendo para ello US$ 4,436 millones.