Promover el consumo vehículos eléctricos es una de las iniciativas del Estado porque representa una oportunidad diversos ámbitos. El transporte eléctrico permite reducir la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), promueve el uso de energías limpias en el transporte público de la ciudad. Asimismo, está alineado con el proceso de implementación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y genera beneficios ambientales y sociales.
De esa manera, el sector privado con el público, encargado en promover este tipo de movilidad, el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) y el Ministerio de Energía y Minas (Minem) han tenido algunos alcances importantes para masificar el consumo de vehículos eléctricos. Del mismo modo, el Ministerio del Ambiente (Minam) viene trabajando en conjunto para presentar incentivos que cambien las emisiones de carbono por energías limpias.
Algunos de los avances del Estado fue la implementación de flota eléctrica en los Juegos Panamericanos Lima 2019, también el proyecto piloto E-bus en Lima, que puso en marcha desde el 2018 dos unidades en la ruta de Metropolitano y el Corredor Complementario de Javier Prado-La Marina.
También está el desarrollo del primer proyecto integral de transporte eléctrico peruano en el marco del NAMA (Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación) de Eficiencia Energética a través del Transporte Terrestre Eléctrico (TransEléctrico), para descarbonizar la matriz energética para el transporte en el Perú mediante la incorporación de vehículos eléctricos e híbridos, cuenta a Gestión.pe, Rosa Morales, directora general de Cambio Climático y Desertificación del Minam.
“El Ministerio del Ambiente brinda apoyo a los sectores competentes en las mejoras normativas que permitan impulsar la masificación de los vehículos eléctricos como el establecimiento de “electrolineras”, así como en la generación de información técnica que permitan su circulación en el sistema de transporte público en las principales ciudades del país”,
El despacho anunció hace pocas semanas que viene trabajando en una serie de incentivos para masificar el consumo de vehículos eléctricos en el Perú. Ante ello participó en la aprobación del Decreto Legislativo n° 1488, con el que las empresas pueden reducir sus impuestos y, por consiguiente, obtener mayor liquidez por la depreciación acelerada (de los vehículos), la misma que incentiva la compra de bienes de capital vinculados con tecnologías limpias y movilidad sostenible.
Uno de los países que más ha avanzando en la promoción del consumo de vehículos eléctricos ha sido Colombia, donde se ha realizado un descuento al Impuesto al Valor Agregado para vehículos eléctricos e híbridos, la exoneración al pago de aranceles para vehículos eléctricos e híbridos y estaciones de carga, y la excepción de peajes y parqueos, entre otros. Perú podría seguir este camino en el futuro.
“La movilidad eléctrica es un concepto que va más allá de autos eléctricos; es la conversión del transporte, tanto masivo como personal, a electricidad. Por ello se debe considerar la necesidad del diseño de una estrategia nacional para su implementación”, comenta Morales.
Tareas pendientes
Sin embargo, todavía existen barreras que impiden la masificación de los autos eléctricos que desde el Estado deben destrabar. Según Morales, estas son según su naturaleza:
Técnicas: carencia de infraestructura de recarga, tiempos de recarga prolongados, baja autonomía de los vehículos y oferta nacional de vehículos eléctricos incipiente.
Económicas y financieras: elevado costo de adquisición, tendencia negativa en precios de electricidad y combustible, falta de visibilidad sobre el valor residual del vehículo, falta de mecanismos de valorización de las externalidades negativas y una promoción clara para inversores en este rubro.
Socio culturales: falta de difusión de conocimiento y educación, gran informalidad en el sector de taxis y moto-taxis, y expectativas de corto plazo de retorno a la inversión por parte de los taxistas, así como promover una cultura ambiental de acciones concretas.
Regulatorias: insuficiencia de incentivos a la adquisición, falta de articulación interinstitucional y falta de liderazgo político en materia de movilidad sostenible, así como una ausencia de una Hoja de ruta de movilidad eléctrica que promueva la inversión en este tipo de tecnología.
Una de las limitaciones de los vehículos híbridos y eléctricos es su alto costo y dificultad para recargar las baterías. Consultando al Minam, sobre cómo facilitarán las zonas de recarga de energía e impulsar la compra de estos vehículos, Morales dijo que si bien esos ámbitos le corresponde trabajar al Minem, es necesario reglamentarlo y coordinarlo con las empresas de distribución de electricidad, a fin de establecer las condiciones contractuales para la instalación de estos puntos de recarga.
Asimismo, se requiere que estos puntos de recarga se encuentren disponibles para los usuarios para poder brindar cobertura al el desplazamiento de estos vehículos en las vías públicas. “Esto tendría que incorporarse en una hoja de ruta para la implementación de la de movilidad eléctrica”, dijo.
“Estamos articulando esfuerzos para hacer realidad la rápida integración de la electromovilidad en los sistemas de transporte público, las flotas comerciales y los vehículos privados. Cada institución, en el marco de sus competencias, juega un rol importante en este proceso, desde un punto de vista técnico y legal”, finalizó.