Entre los argumentos del Gobierno para renegociar el contrato con el Consorcio Camisea ninguno apunta por resolver uno de los problemas más inmediatos para los consumidores: el poco avance en los procesos de masificación del uso del gas natural al interior del país.
Mientras el premier Guido Bellido dice que con esa renegociación se busca que el Estado tenga una mayor participación en el reparto de utilidades que genera Camisea, el presidente Pedro Castillo afirmó que su intención es que el gas de ese yacimiento quede solo para consumo interno, en tanto la vicepresidenta Dina Boluarte habla de que baje el precio del gas.
¿Qué es masificación?
La masificación comprende tres segmentos: el transporte, la distribución y la comercialización del gas natural, ninguno de los cuales es responsabilidad del Consorcio Camisea, sino del Estado según la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH).
En el caso de la distribución y comercialización, esta actividad está bajo concesión de diversas empresas: Cálidda en Lima y Callao, Contugas en Ica, Quavii en Lambayeque, Cajamarca, La Libertad y Áncash, y Petroperú (que asumió la concesión que dejó Naturgy) en Arequipa, Moquegua y Tacna. A ellos se añadieron hace poco Clean Energy y Gases del Norte en Tumbes y Piura.
Macroconsult
Gonzalo Tamayo, socio de Macroconsult y ex ministro de Energía y Minas, advirtió que hay temas pendientes para lograr esa masificación sobre todo en las concesiones del norte y sur, que el Minem abordó anteriormente, pero aún no ha resuelto.
Uno de esos problemas es que las operadoras del norte y el sur no han podido incorporar a grandes clientes industriales dentro de su ámbito de concesión, y cuyo suministro les hubiera permitido amortizar parte de los costos de su inversión en las redes de distribución del gas.
Ello se produce, explicó Tamayo, por la competencia que aún les generan a esas concesionarias, las compañías comercializadoras de gas natural comprimido (GNC) que operan en la misma zona y han “capturado” a los principales clientes industriales.
“Eso hace difícil para un distribuidor generar esa masa crítica que son clientes de mayor valor, que le permitan pagar los costos para extender la red residencial”, concluyó, señalando que el tener tal masa crítica permitiría aplicar un subsidio cruzado, para llevar el gas natural a menor costo a los consumidores residenciales.
El Minem trató en varias oportunidades de generar algún tipo de mecanismo que establezca el balance entre la promoción de la inversión en distribución por redes, y la competencia, pero sin éxito hasta ahora, según Tamayo.
Tarifas
Otro problema que no incentiva a más usuarios a conectarse a las redes en esas concesiones, es que su tarifa del gas resulta más cara que en Lima o Ica -porque el resto de concesiones transportan el gas en camiones cisterna- y ante lo cual la alternativa es establecer una tarifa única del gas a nivel nacional.
Sobre este punto, el experto Gustavo Navarro, ex director general de hidrocarburos del Minem, advirtió que un ama de casa que se conecta en esas concesiones, paga más del doble que lo que paga un consumidor en Lima e Ica, y que más económico les resulta consumir GLP.
En este punto, estimó que, si en el proceso para determinar una tarifa única el precio del gas natural de Cálidda subiera solo US$ 0.05 (por millón de BTU), sería suficiente para (igualar) la tarifa y apoyar la masificación al interior.
Según Macroconsult, en la capital, la gran y mediana industria, comercios, transporte y residencias, han ahorrado más de S/ 80,000 millones por uso de gas natural al 2020 (ver gráfico).
Aún no trasladan toda la rebaja a GLP
Osinergmin. El presidente de Osinergmin, Jaime Mendoza, afirmó que hasta ahora solo 35% de los distribuidores minoristas de GLP han trasladado totalmente la rebaja en su precio, luego que ese producto se reincorporara al Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles hace 23 días.