El fundador del Grupo de Diálogo, Minería y Desarrollo Sostenible en el Perú y presidente ejecutivo de Agrícola Chapi, Augusto Baertl, opinó respecto a las mesas de diálogo, mecanismo aplicado para dar solución a un conflicto social.
Al respecto, resaltó la importancia de distinguir el diálogo de la negociación para mejorar las relaciones con las comunidades cercanas a territorios mineros en el país.
“En el Perú, estamos llenos de mesas de diálogo que no son diálogo, sino son mesas de negociación. Por lo tanto, comencemos por describir qué cosa es el diálogo”, remarcó.
“Quiero insistir en que el diálogo se da como consecuencia de que haya mutuo respeto, buena fe, transparencia entre las partes y compromiso con la verdad, la integridad. Si eso se da, es que las partes, las personas, pueden comenzar a desarrollar una capacidad de dialogar”, indicó.
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Baertl contó su experiencia liderando la mina El Porvenir en Pasco, con la Compañía Minera Milpo, donde durante 30 años lideró la promoción de diversos programas que les permitieron construir una alianza estratégica con los habitantes de la zona.
“Por mi parte, he tenido la suerte de conocer los beneficios de haber aprendido a dialogar. Al haber compartido la vida en un campamento minero y que, con mi familia, he compartido la vida con la de mis trabajadores, colegas, con las autoridades del lugar, y eso me ayudó a entender a las personas, las tareas de ellas y, por lo tanto, saber valorarlas, tenerles respeto y tratar de colaborar en todo lo que sea posible por hacernos mejores personas”, expresó.
El ingeniero también consideró que esta trayectoria fueron de utilidad cuando asumió el liderazgo de Antamina y como grupo tuvieron que establecer un plan para la sostenibilidad del proyecto ubicado en el distrito de San Marcos, provincia de Huari, región Áncash. A la fecha esta mina viene realizando sus operaciones en óptimas condiciones sociales y ambientales.
“Algo que fue importantísimo fueron las mesas de trabajo en favor de un Plan de Desarrollo Regional. Desde la costa de Huarmey y Pativilcas hasta el callejón de Conchucos, 350 Km, con una serie de comunidades, lo cual atrajo a los alcaldes, a una serie de actores a tratar de planear cuál era ese desarrollo”, explicó.
Asimismo, citó como ejemplo de éxito el hecho de que el diálogo impulsado por Antamina logró establecer una alianza estratégica con los actores involucrados en su entorno, en el denominado Corredor Oro de los Andes, con lo cual se hizo posible el financiamiento de un serie de proyectos de inversión para el desarrollo de las localidades y enfatizó que a eso se debe apuntar en los diversos territorios de nuestro país.
Estas las expresiones las brindó Baertl durante su participación como panelista en la conferencia del Jueves Minero, donde reflexionó sobre la importancia de distinguir el diálogo de la negociación para mejorar las relaciones con las comunidades cercanas a territorios mineros en el país.