El Fondo de Agua para Lima y Callao (Aquafondo), que articula a los actores públicos, privados y a la sociedad civil, con el objetivo de contribuir con la seguridad hídrica, estima que en los próximos cinco años el sembrío de agua se duplicará en el Perú gracias a la gestión que se realiza a través de los fondos de agua.
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Tal como explica Mariella Sánchez, directora de Aquafondo, los fondos de agua son organizaciones que ofrecen un vehículo atractivo para movilizar recursos hacia la inversión rentable en las cuencas que proveen de agua a la ciudad, en este caso, Lima.
Refiere que en el caso de la capital peruana, el aporte de Aquafondo desde su fundación, hace diez años, ha sido notorio y desde entonces, el sembrío de agua se ha más que cuadruplicado. “Empezamos aportando 578,000 metros cúbicos (m³) de agua, pero hoy logramos un aporte hídrico de más de 5.8 millones de m³ de agua a las cuencas del Chillón, Rímac y Lurín, más de cuatro veces de lo que empezamos. Y, en los próximos cinco años estaremos sobrepasando los 12 millones de m³″, afirma.
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Para lograrlo, asegura que continuarán enfocándose en cumplir con el objetivo de “trabajar por más y mejor agua para Lima”. ¿De qué manera? “Eso significa el desarrollo de proyectos en la parte alta, media y baja (zona urbana). En la parte alta seguiremos poniendo especial énfasis en la siembra de agua a través de las llamadas amunas, que se instalan a más de 4,000 metros de altura”, señala Sánchez.
Explica que las amunas son un sistema ancestral de recarga de agua artificial que se construyen con piedra impermeable y canales de infiltración permeables que permiten que el agua se filtre en el subsuelo durante la temporada de lluvias, lo que se conoce como siembra de agua y permite que las comunidades, a través de puquiales u ojos de agua, puedan cosechar agua en épocas de estiaje, es decir, cuando no hay lluvia.
Según los estudios de monitoreo hidrológico realizados por Aquafondo, en promedio, un kilómetro de amuna aporta un poco más de 225,000 m³ de agua por año. Y, a la fecha, Aquafondo ha sumado 22 kilómetros de amunas recuperadas en San Pedro de Casta y Huamantanga, cuyo aporte beneficia las cuencas del Rímac y Chillón.
De acuerdo con Sánchez, actualmente, el 80% del agua que se siembra beneficia a las poblaciones cuenca arriba y el 20% a las de la parte urbana, pero en los próximos años -según previsiones del Banco Mundial- dicha situación podría revertirse, con lo que los beneficiados serían “en su mayoría” los pobladores de las zonas urbanas.
Proyectos y financiamiento
Sobre los proyectos que vienen realizando para dotar de más agua a la capital, sostiene que su labor se centraliza a través del proyecto integral “Sembrando agua”.
Para ello, no solo invierten en la rehabilitación de amunas, también lo hacen en otros proyectos que benefician a las poblaciones mejorando su calidad de vida como la puesta en marcha de biohuertos, crianza de cuyes, riego tecnificado, producción y venta de compost, recuperación de cochas. “Esto se hace para retribuir a las comunidades que siembran y cuidan las cochas”, añade.
Y así como el aporte de la dotación de agua ha venido en incremento, lo mismo ha sucedido con la inversión que destinan a sus proyectos. De esta manera, han pasado de una inversión inicial de S/ 500,000 a más de S/ 3.5 millones anuales.
“Sin duda, hemos venido escalando en términos monetarios de inversión. Empezamos con S/ 500,000 para ejecutar proyectos y ahora ya estamos en S/ 3.5 millones anuales. Antes hacíamos 1.2 kilómetros de amunas al año y teníamos que elegir entre un reservorio o un sistema de riego, pero el año pasado se hizo todo y llegamos a 9.4 kilómetros de amunas. Así como los fondos se han multiplicado, los proyectos también, de cuatro proyectos anuales hemos pasado a entre ocho y nueve”, anota.
Expectativas positivas
Refiere que como parte de la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, continuarán trabajando para sumar más proyectos y recursos durante este año. Para cumplir con ese objetivo, recientemente acaban de firmar un acuerdo de trabajo con Backus y la Cooperación Técnica Alemana (GTZ).
“Gracias a ese acuerdo se destinarán 2 millones de euros para la recuperación de amunas en la cuenca del Rímac, que es la cuenca más deteriorada y la que más aporta a Lima en términos de agua”, indica.
De esta manera, y de la mano de los otros proyectos que continuarán realizando, esperan seguir dotando de más agua a la capital, sobre todo a las zonas en las que el recursos sigue siendo escaso.
“Algunas zonas solo tenían agua hasta junio gracias a las lluvias de marzo, pero hoy con el aporte de Aquafondo tienen hasta octubre, pero la idea es que tengan agua todo el año, mediante un manejo sostenible de las cuencas. A eso apuntamos, a que tengan agua todo el año y para eso ha sido fundamental que la mirada de las empresas haya ido cambiando”, señala.
Sobre el aporte de las empresas Sánchez precisa que Aquafondo empezó como un convenio entre seis socios (SPDA, GEA, Fundación Backus, Fondo de las Américas, PUCP y The Nature Conservancy) que se unieron para trabajar y mejorar la situación de las tres cuencas (Chillón, Rímac y Lurín) que proveen agua a Lima.
Pero, en los últimos años más empresas privadas como Nestlé, HydroGeo, Rotoplas y Enel se han sumado, mientras que este año hará lo propio CBC. “Con todas nuestros socios privados trabajamos a partir de un plan estratégico para cinco años”, anota.