El posible aumento de la remuneración mínima vital (RMV) -hoy en S/ 1,025- parece cada vez más cerca, lo que ocasiona un amplio debate sobre sus posibles implicancias en los trabajadores y las empresas. Aunque aún no se ha concretado, Daniel Maurate, titular del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), y José Arista, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), se pronunciaron sobre la necesidad de discutir el incremento salarial bajo parámetros técnicos y en diálogo con el Consejo Nacional de Trabajo (CNT).
Este organismo, descrito por el ministro Maurate como “muy frágil”, tendría que llegar a un acuerdo que luego se formalizaría mediante los procesos correspondientes. Sin embargo, también se ha subrayado que aumentar el salario mínimo es parte de “un compromiso presidencial”.
La discusión sobre este tema se intensifica con seis proyectos de ley del Congreso de la República propuestos para el aumento, solo desde mediados del 2021 a la fecha.
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¿Cuál es el entorno económico actual?
Para Eduardo Jiménez, jefe del sistema de información de Macroconsult, elevar el sueldo mínimo en la actual situación económica no es viable. “Recién hemos empezado a ver señales de mejora económica en los últimos meses tras una caída del producto bruto interno (PBI) el año pasado (-0.6%)”, apuntó.
En el mismo sentido, Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y director de Videnza Instituto, explicó que el Gobierno ha cometido un error al basar la propuesta de incremento del salario mínimo en dos meses de crecimiento positivo, en los cuales se ha visto -calificó- “una mera recuperación estadística”.
“La economía no va a seguir creciendo como se espera. De hecho, se va a ralentizar y vamos a acabar con un crecimiento ‘normal’ del 3% al fin del año”, sostuvo Castilla. Agregó que esta medida complicaría la recuperación de la calidad del trabajo en el país, beneficiando a pocos trabajadores.
El exministro detalló que solo un 2% de la población económicamente activa, aproximadamente 350,000 trabajadores, se beneficiaría de un aumento del salario mínimo. “Esto, obviamente, no impacta en la realidad de 12 millones de trabajadores informales”, subrayó.
Si bien este es el contexto, empresarios y trabajadores tienen su propia visión. Felipe James Callao, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), indicó que este crecimiento reciente respondió, principalmente, al sector pesquero, que tuvo un “rebote” significativo tras un año afectado por fenómenos climáticos.
Por su lado, Julio Cesar Bazán, presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), criticó una “posición conservadora de los empresarios y el Gobierno” respecto al sueldo mínimo y enfatizó la importancia de “compartir la prosperidad económica” con quienes generan el crecimiento.
“No se puede hablar de un crecimiento económico cuando la gente que trabaja no lo percibe en sus bolsillos. Esperamos que se implemente la fórmula del cálculo de la remuneración mínima, vigente desde el 2005″, afirmó.
Bazán lamentó que el CNT no haya sido convocado recientemente, señalando que los empresarios condicionaron su participación a la derogatoria de decretos específicos relacionados con la tercerización y relaciones colectivas.
Respecto a un posible aumento específico, reconoce que esto debe hacerse de manera progresiva. “En esta oportunidad consideramos que debería elevarse a S/1,500 la remuneración mínima, ya que corresponde con el incremento de la inflación de los últimos años”, propuso.
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Afectación a las empresas
Jiménez, de Macroconsult, también explicó que aumentar el sueldo mínimo en este contexto podría agravar las dificultades para las pequeñas empresas, que ya enfrentan problemas para alcanzar las remuneraciones mínimas establecidas, afectando negativamente la formalización laboral.
En la misma línea, según Daniel Hermoza, director de Mypes Unidas, destacó que las mypes -que suelen emplear entre 5 y 10 trabajadores- se ven especialmente afectadas cuando necesitan contratar personal adicional para aumentar su producción o para atender una campaña específica. “Si necesitas un trabajador nuevo para incrementar tu producción, ya no buscas contratar o lo haces de manera informal”, señaló.
Uno de los problemas más graves que el director identificó es la incertidumbre que generan estos anuncios de aumento de la remuneración mínima. “Cuando hacen el anuncio, ya la gente comienza a pensar. ¿Cuánto subirá? ¿S/50? ¿S/100? Ya comienzan a hacer cálculos, proyecciones y eso lo que hace es, simplemente, desmotivar a las empresas a contratar”, explicó.
“La gran empresa no paga sueldos mínimos (S/ 1,025). Sus sueldos más bajos son S/ 2,000 a más. Los que pagan la RMV somos nosotros, las mypes”, destacó.
A pesar de las demandas de incremento, Jiménez indicó que los salarios nominales han crecido en los últimos años, acumulando un incremento del 17%, mientras que la inflación ha sido del 22%. “Aunque hay un rezago, los salarios reales van a volver a crecer y el poder de compra se recuperará”, mencionó. Añadió que cualquier ajuste futuro del sueldo mínimo debe basarse en una fórmula clara y definida, que considere la verdadera función de una remuneración mínima.
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Productividad
Para el exministro Castilla, el incremento del salario mínimo encarecería el costo de la mano de obra y no respondería a la productividad, que debería ser el criterio central para ajustar los salarios.
Julio Pérez Alván, presidente de la Asociación de Exportadores (Adex), subrayó la importancia de la competitividad y productividad en el contexto global. “La productividad de los trabajadores peruanos es baja en comparación con otros países. Se necesitan 100 peruanos para hacer el mismo trabajo que 68 colombianos, 38 surcoreanos, o 18 norteamericanos”, señaló.
En lugar de enfocarse en el salario mínimo, Pérez abogó por la capacitación y la educación de los trabajadores peruanos. “Los resultados de la prueba PISA muestran que la gran mayoría de los peruanos no entiende lo que lee y no puede hacer cálculos básicos de razonamiento matemático. Mejorar la productividad a través de la capacitación y la educación debería ser una prioridad antes de considerar un aumento del salario mínimo”, enfatizó.
Por último, en el sector exportador, Pérez explicó que los sueldos ya son altos y rara vez se paga el salario mínimo. “Mi principal preocupación es la capacitación del personal. Esto es algo que también hemos discutido con el MTPE”, afirmó.
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Abogado especialista encargado de Enfoque Legal en Diario Gestión - Actualmente, ocupa la posición de analista legal en el área de Economía en el Diario Gestión.
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