El Gobierno ha pasado de una propuesta en que todo giraba en torno a una Asamblea Constituyente y el cambio de la Constitución, a una en que parece que el Estado lo puede todo.
Pero el problema central es que el Estado es disfuncional. La primera ministra plantea mayor gasto estatal en casi todas las áreas, sin reconocer que tenemos una gestión estatal poco eficiente.
En el discurso no hubo ninguna referencia al sector privado, pese a que la ministra dijo que quería trabajar con ellos. No se plantearon propuestas para destrabar proyectos mineros, por ejemplo. Mencionó algo de proyectos agrícolas, pero no de infraestructura. Dijo que terminarán el gasoducto del sur, pero no dijo cómo lo harán.
Pese a ello, hay un cambio importante respecto del gabinete Bellido. Mirtha Vásquez se quiso mover de un cambio constitucional a un Estado proactivo, aunque aún sin incorporar al sector privado.