En el Perú desde hace dos semanas se comenzaron a realizar de forma masiva las pruebas rápidas para detectar a los contagiados por coronavirus (covid-19). Esta situación puede ser aprovechada para iniciar las actividades económicas de sectores que están paralizadas.
El exministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, analizó esta situación y plantea un grupo de alternativas para hacer más efectivas estas pruebas y aprovecharlas para una reactivación económica más rápida.
¿Cuál es la relación entre la cantidad de pruebas para detectar el covid-19 y la recuperación de la economía?
Hay dos etapas en este proceso. Una primera, en la que está iniciado el virus, en la que las pruebas moleculares son efectivas. Y una segunda etapa en la que el virus avanzó, hay más contaminación y se necesita saber cómo es que lo hizo. Aquí es importante el uso de las dos pruebas: las moleculares y la de anticuerpos.
Aquí se cuestionó el uso de las pruebas de anticuerpos o pruebas rápidas...
Las pruebas de anticuerpos son importantes porque indican cuánto tiempo tienes el virus dentro. Con eso se puede hacer una estadística y decir cuánto tiempo está contaminada una zona y de esa manera preparar una estrategia de aislamiento.
¿Una estrategia más focalizada y no tan general como la que tenemos ahora?
Lo que creemos es que se puede dar un certificado a quienes tuvieron el virus y se inmunizaron. De esa manera, conforme se avanza con esa estrategia, tú puedes ir abriendo la economía, porque si ya estás inmunizado, quiere decir que tu sistema ya se defendió del virus.
Eso implica que se realicen las pruebas rápidas de manera masiva y el Perú no tiene esa capacidad en este momento.
No necesariamente. Se pueden diseñar las muestras y lo que es más importante es saber con quién ha estado relacionada la gente que está infectada. Uno de estos lugares son los hospitales y se pueden hacer las pruebas a todo el personal de salud que allí trabaja y así sabes qué tan contaminado puede estar un hospital y cuánto tiempo estuvo el virus allí y cuántos se inmunizaron.
¿Algún otro lugar?
Otro lugar son los mercados, que son un dolor de cabeza para nosotros. Pero si logramos hacerle las pruebas a quienes trabajan allí y compran con frecuencia, se obtendría data similar a la del caso de los hospitales.
¿Con mayor data más rápido se inicia el proceso de reactivación económica?
Sí. A mayor certeza de que hay parte de la población que ya se inmunizó, realizando pruebas de anticuerpos, más fácil es empezar la reactivación de la economía.
¿Cómo aseguramos que un sector funcione?
Se les daría un certificado a estas personas. Por ejemplo, si quieres abrir una mina se les hace una prueba a estas personas que se van a internar por 20 días. Con el certificado podrás saber si la persona es sintomático, asintomático o ya se inmunizó.
¿Cree que el Gobierno está en este camino?
Lo que hemos visto es que el Gobierno va en este camino y se han comenzado a hacer pruebas masivas, y tiene los dos tipos de pruebas. No me queda claro si las están usando con la estrategia que planteamos, pero creo que los epidemiólogos que asesoran al Gobierno conocen de esto mejor que yo.
- “La ONP se puede convertir en una AFP pública” -
Thorne, cuando fue ministro de Economía y Finanzas, conformó una comisión que recomendó una serie de reformas para la protección social del país. Explicó que había tres recomendaciones.
La primera era identificar a todas las personas que no tenían ingresos suficientes para aportar para una pensión e incluirlos en el programa Pensión 65.
Una segunda parte era la reforma del sistema contributivo de pensiones en donde participan la ONP y las AFP, en la que se incluían cambios en ambos casos. “Lo que vi en la ONP es que el manejo de los fondos era sumamente profesional y se podía convertir en una AFP pública, y tiene sentido que el sistema contributivo tenga una AFP pública y las privadas compitiendo con menores costos”, dijo.
La última parte de la reforma consistía en el pago de las pensiones tanto en renta vitalicia como en retiro programado. La idea es reducir los costos de la renta vitalicia y así darle al afiliado una posibilidad de retirarse. Con todo eso se subía la tasa de reemplazo de 40% que es hoy a casi 70%.