Si bien el ingreso promedio mensual de los limeños se ubicó en S/ 1,667.2 en el segundo trimestre. Es decir, subió 6.3% respecto a lo registrado en similar periodo del 2021; el precio de los bienes y servicios en la capital avanza a un ritmo más vertiginoso: en los últimos 12 meses (a junio), la inflación fue de 8.81%, según data del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En este contexto, Víctor Fuentes, economista jefe del IPE, comentó a Gestión que ahora 1 de cada 3 limeños simplemente no puede cubrir una canasta mínima de consumo (S/ 1,132); antes de la pandemia (a inicios del 2020) hablábamos de 1 de cada 5 en esta situación, agregó.
Por qué se da esto: el empleo “de mala calidad” es lo que se ha recuperado con mayor dinamismo, presionando salarios a la baja, en un contexto de precios más altos.
“La explicación principal es que la pandemia ha generado secuelas: fuerte deterioro del mercado laboral. Hay que subrayar que la gente no está desempleada, el problema es que sus empleos son de “baja calidad”. Tenemos aproximadamente un exceso de 500 mil subempleos y un déficit de 300 mil empleos adecuados. “El diablo está en los detalles”, quiénes han sido los más afectados: mujeres y jóvenes. Por último, ha habido una recomposición de las actividades económicas de servicios a comercio como refugio. Entonces, en un contexto con la inflación tan alta, eso te resta recuperación de los salarios”, explicó.
¿Qué tan abajo están dichos salarios? Como se mencionó líneas atrás, se registró un incremento en el segundo trimestre de 6.3%. Sin embargo, cuando se compara con el nivel precovid, se registra una caída de 2%.
El detalle está en analizar la data incorporando la inflación, con ello, refiere Fuentes: los salarios nominales están 2% por debajo del nivel prepandemia, pero en términos reales se encuentran 14% por debajo.
“Si me ubico en enero 2020 y no considero los precios, mi ingreso nominal ha pasado de casi S/ 1,800 a S/ 1,670. Pero, si hablamos de ingresos reales, ha pasado de casi S/ 1,800 a S/ 1,470. Que tengamos un ingreso real más bajo significa que la gente tiene un poder adquisitivo menor. De hecho, también es grave que hasta los ingresos nominales hayan caído”, refiere el economista.
Es más, contrastando los ingresos reales respecto de los nominales registrados en este último trimestre, el resultado es una pérdida del poder adquisitivo de los limeños en S/ 243 (ver gráfico).
El alza de precios sumada a los salarios impactan negativamente sobre todo en los hogares más pobres -los quintiles más bajos- porque destinan un mayor porcentaje de sus ingresos al consumo de alimentos y bebidas que son los rubros que más han subido de precio.
Canasta alimentos
Si solo se pone el foco en los precios de alimentos, este es uno de los rubros que más ha subido en los últimos meses. Con ello, según un estimado de Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, el valor de una canasta mínima de alimentos por persona en Lima es de S/ 124.78 a junio de este año, es decir por encima de los S/ 109.38 registrados a junio del 2021.
“Este es el valor del consumo mínimo de alimentos que debería tener una persona en el mes. ¿Qué incluye? Son unos 28 productos como pollo, arroz, pan francés, papa blanca, huevo, aceite, plátano, fideos, entre otros”, explicó a Gestión.
Con ello, si hablamos de una canasta mínima de alimentos por familia (de cuatro personas) el valor subió a S/ 499.12 a junio; un incremento desde S/ 437.50 (a junio 2021).
“Reconocer que esto responde a una presión externa continua, pero a nivel local no se ha hecho mucho (...) En la medida que el choque es externo, es difícil atenuar la presión. El efecto puede ser transitorio, se puede moderar el nivel, pero lo cierto es que la tendencia al alza de precios depende del contexto internacional. Por ejemplo, si culminara la guerra en Ucrania, bajaría el precio de combustibles, pero -aun así- no se trasladaría tan rápidamente a los fertilizantes. Entonces, el Gobierno debe acelerar el tema de distribución de los bonos, pero de manera focalizada”, comentó el economista.
Cabe recordar que el Poder Ejecutivo envió un proyecto de ley al Congreso solicitando un crédito suplementario para -entre otros- otorgar un bono de alimentos a la población. Sin embargo, este texto aún no recibió luz verde; y el Gobierno tampoco ha hablado de otra estrategia.
Odar puntualizó que -si se ve de manera general- el consumo mínimo a junio 2022 es de S/ 1,600.4 (el valor a junio de 2021 era S/ 1,470.96). “Lo que tiene que entenderse es que este es el ingreso mínimo que se necesita para defender tu capacidad de consumo. Si tu ingreso no sube a este ritmo, como el caso de los alimentos, significa que la capacidad de compra está reduciéndose. Cualquier persona cuyo ingreso ha subido menos de 8.8% respecto a junio del año pasado tiene una reducción de su capacidad de consumo en términos reales”, coincidió.
LAS CLAVES
- Incidencia. En Lima, el pasaje en ómnibus y microbús, huevos de gallina, gasohol, menú en restaurante y el pollo eviscerado fueron los bienes que tuvieron mayor incidencia en la inflación de junio, según INEI.
- Canasta mínima de alimentos. Considera 28 productos como pollo, arroz, fideos, papa blanca, pan francés, entre otros.
- Pan francés. Precio de este tipo de pan subió 1.1% en Lima el mes pasado.
Un mensaje de 28 para impulsar inversión
Un factor relevante para la generación de puestos de trabajo formales -y mejores salarios- es el impulso a la inversión privada. Hay que recordar que el Banco Central de Reserva (BCR) proyecta que este año dicha inversión simplemente no crecería (0%).
En este escenario, Juan Carlos Odar, economista y director de Phase Consultores, comentó que “aunque parece poco probable”, el mensaje presidencial de cara a 28 de julio debería incluir un anuncio que cambiaría todo: una señal clara para la promoción de la inversión privada.
“Que anuncie el destrabe de grandes proyectos, la versión 2.0 del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC), que hable de nuevas inversiones mineras. Pero, lamentablemente, se ve poco probable”, refirió.
Por su parte, Víctor Fuentes, economista jefe del IPE, se mostró aún más pesimista, y consideró que en la coyuntura actual, “con que el Estado no registre ‘autogoles’ sería bastante positivo”.
“Los cambios de gabinete afectan a la inversión pública, pero también afectan la inversión privada”, subrayó.
Hace un mes, el presidente Pedro Castillo anunció que el mensaje a la Nación del 28 de julio “traería sorpresas”. Esto, tras cumplirse un año desde que el mandatario asumió el cargo. Recientemente, dijo que hablará de los objetivos para los años venideros.