:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/A2O3Z2VN6JAGZJ5TKF7S4H4REE.jpg)
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) indicó que el 2023 la meta es que las agroexportaciones superen los US$11,000 millones, es decir alcancen un nuevo récord, luego del alcanzado el 2022, con US$10,421 millones.
Sin embargo, el año comienza con mal pie, pues en enero se registró una caída en esa actividad, y los gremios empresariales prevén que la misma acuse una contracción en este trimestre.
Según cifras de Midagri, en el primer mes del año las agroexportaciones peruanas totalizaron US$921 millones, lo que representó una disminución de 2.7% en comparación con el mismo periodo del 2022.
¿Qué causó la caída en el primer mes del año?
En tanto, Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), indicó a Gestión que, solo en enero, su gremio estimó pérdidas para los agroexportadores de cerca de US$300 millones a causa de los bloqueos de carreteras.
LEA TAMBIÉN: Mal clima traerá plagas a cultivos en norte y centro, y bajo rendimiento y sequía en el sur
Refirió que ese mes, se interrumpió el tráfico de la carga en las localidades productivas destinadas al mercado externo, como la zona de Chao (en La Libertad), Junín e Ica.
Esa situación afectó particularmente embarques al exterior de arándanos, uvas, ajos, cebollas y espárragos, pues por la interrupción de vías muchos productores no pudieron realizar labores de cosecha y los frutos se malograron, indicó.
Tendencia habría continuado hasta marzo
Amaro consideró que esa tendencia de caída se vería también en febrero y marzo, debido a diversos factores, siendo el principal el ciclón Yaku, que trajo un exceso de lluvias que causó inundaciones en campos de cultivo desde Tumbes hasta Ica, e interrumpió el tráfico de camiones desde zonas de producción a los puertos.
Ese fenómeno climático incluso causó roturas en el canal madre de la irrigación Chavimochic, donde se concentran diversos campos de cultivo destinados a la exportación, detalló.
Según el Senamhi, si bien el citado ciclón ya se ha alejado del litoral peruano, ha dejado sus secuelas con la continuación de intensas lluvias. De hecho, según Sutran, hasta ayer había 90 vías afectadas por lluvias y huaicos.
Riesgo se mantendría en los meses siguientes
En esa línea, Amaro consideró que los efectos climáticos negativos sobre productos de agroexportación, incluso podrían extenderse en los meses siguientes.
Refirió que si bien está terminando la temporada de cultivo de uvas, arándanos y mangos, empieza la temporada de siembra de palta hass, cítricos, granadas y mangos.
Respecto del mango por ejemplo, se siembra desde Piura hasta el norte de Lima (zona que es afectada hoy por los fenómenos naturales), acotó.
Además, mencionó que también están expuestos a riesgo la siembras de uvas y espárragos, que pueden ser afectados no sólo por inundaciones sino por la aparición de enfermedades fitosanitarias.
LEA TAMBIÉN: Tras el Yaku y ahora El Niño, los cultivos que pueden recuperarse con mayor facilidad
Por su parte, César Morocho, director gerente de la empresa Frutas de Piura, indicó al Portal Frutícola que el temor que se tiene es que por el exceso de humedad que trajeron las fuertes lluvias, en el norte proliferen los hongos que pueden afectar la próxima campaña de mango.
El mal clima también podría retrasar la floración de las plantas de mango y eso podría ocasionar que el fruto salga dos o tres semanas después de lo habitual, lo que atrasaría su exportación, advirtió.
En el caso de la uva de mesa en Piura, Morocho explicó que tiene dos campañas: una pequeña que va de junio a julio; y una grande, que va de septiembre a diciembre.
“Esta siguiente campaña pequeña se podría ver afectada por las lluvias; tanta agua va a traer plagas y enfermedades a la uva; van a haber efectos fitosanitarios en la fruta, pero son pocos los que participan de esta campaña”, estimó.
Piden medidas al Gobierno y Congreso
Frente a esta situación, el presidente de AGAP pidió que el Gobierno adopte medidas para evitar que las agroexportaciones se sigan afectando, como, por ejemplo, mejorar la regulación para agilizar los trámites que se requieren para las operaciones de comercio exterior y así evitar sobrecostos.
Además, pidió al Congreso mandar al archivo el proyecto de ley que elimina los beneficios que creó el régimen de exportaciones no tradicionales, iniciativa que fuera aprobada por la Comisión de Trabajo del Legislativo.