(Foto: GEC)
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Los envíos peruanos en abril último habrían caído en 60%, debido a la paralización de la producción, lo que revela una mayor profundización de la crisis del sector, informó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Erik Fischer Llanos, con base en cifras preliminares de Aduanas.

La caída se explicó por los menores envíos tradicionales (-62.4%) y no tradicionales (- 52.3%). “El detener la producción impactó en varias actividades, es el caso de las prendas de vestir que se desplomaron en -93.4% al registrar ventas por tan sólo US$ 2 millones, situación parecida fue la de los textiles (-81.8%)”, señaló.

Según sostuvo, la industria en general ha sido la más afectada por la falta de producción, puesto que lo poco que se pudo exportar en abril fue porque las empresas ya tenían contratos de compra y porque la producción se dio antes del inicio de las medidas de confinamiento.

Agroexportaciones

Señaló que el comportamiento de las agroexportaciones aporta mayores elementos al análisis, puesto que si bien no paralizó su producción, sus envíos al exterior cayeron en 29.3%. “Este resultado muestra la otra cara del problema: la contracción de la demanda internacional debido a una recesión sin precedentes que está sufriendo el mundo y nuestros principales mercados de destino”, explicó.

Un mes antes, en marzo, las exportaciones agropecuarias alcanzaron un valor de US$ 420 millones, cantidad superior en 9.3% a la alcanzada en el mismo periodo del 2019, según el Banco Central de Reserva (BCR).

En opinión de Fischer, la caída de la demanda se refleja tanto en menores volúmenes como en menores precios. Sectores como la minería, que mantuvieron sus procesos de producción de manera parcial, también evidencian los efectos de la recesión mundial con una caída de 61.4%. Igualmente, la exportación de petróleo y gas (-67%) se vio seriamente afectada por la caída del precio

Fischer estimó que las cifras de mayo revelarían una situación más grave que la del mes anterior, trayendo consigo todo el impacto negativo en la generación de empleo descentralizado y menores ingresos al fisco.

Frente a esta situación, sostuvo, es muy importante preparar un segundo conjunto de medidas de apoyo o rescate de las empresas exportadoras con instrumentos financieros de apoyo con características distintas a las de FAE MYPE y Reactiva Perú, los cuales fueron diseñados para afrontar problemas de liquidez en el muy corto plazo.

“Debemos plantear y evaluar nuevas medidas desde ahora, para que las típicas demoras en su implementación, no atrasen la llegada oportuna de las soluciones. La reactivación de la economía peruana será una lucha tenaz contra condiciones adversas como la menor demanda y las nuevas exigencias del comercio internacional en términos de seguridad de la salud y logística, por lo tanto, es fundamental que el Gobierno y las empresas se adelanten y anuncien nuevas estrategias de reactivación”, finalizó.