
Luego del 2023, año de la caída significativa del Valor Bruto de la Producción (VBP) agrícola —el total de los valores de bienes y servicios del sector—, el Perú continúa desplegando los esfuerzos por reposicionarse. Ya en el 2024 registró sus primeros avances y, para el 2025, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) estima un crecimiento del VBP agrícola del 2% al 3%.
La cartera compartió estas perspectivas durante el foro “Alerta agro: avances de siembras, monitoreo y predicciones agroclimáticas”. En este espacio, Juan Carlos Moreyra, especialista de la Dirección General de Políticas Agrarias, detalló cuáles son los principales cultivos transitorios de monitoreo en el país, seleccionados, principalmente, por su competitividad agraria, seguridad alimentaria y potencialidad económica.
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Cultivos priorizados para la campaña agro 2024-2025
Con el fin de aprovechar la estacionalidad, la siembra y posterior cosecha de estos cultivos transitorios apuntan a equilibrar la dinámica del mercado. Bajo este parámetro conforman la lista siete productos agrícolas: papa, arroz, maíz amarillo duro, maíz amiláceo, maíz choclo, quinua y yuca.
“Representan un tercio del aporte, en su totalidad, del VBP agrícola. Representan casi el 66% de los cultivos transitorios”, precisó Moreyra.
No obstante, a seis meses de iniciada la campaña agrícola 2024-2025, las siembras de estos siete elementos muestran una disminución de 4% con relación al promedio histórico de los últimas cinco periodos.
“No hemos terminado la campaña agrícola aún, está a un 60% o 70% [...]. En el balance total habría una situación de prevención, de ‘semáforo en ámbar’. Las condiciones climáticas han sido poco favorables”, acotó el vocero.
Recordó que, de octubre a diciembre del 2024, la situación era de alerta, de un “semáforo en rojo”. Determinó que hasta febrero, en el caso del arroz, hubo una disminución del 10% de hectáreas sembradas. Encontró la explicación de esta cifra en el déficit hídrico que se dio en la costa.
La papa, por su parte, registró una situación flat (-0.5%). “Es similar al promedio de las últimas cinco campañas”, agregó. A pesar de la ausencia de lluvias iniciales en la sierra, los posteriores precipitaciones regularizaron la actividad. “Se han estabilizado los precios y esperamos que se contengan”, puntualizó.
Distinto fue el escenario de las variantes del maíz: amarillo duro (-4.7% de hectáreas sembradas), amiláceo (-4.8%) y choclo (-2.7%). Aunque el especialista mencionó que se debía tener en cuenta que en algunos valles del país quedaban pendientes algunas siembras.
Asimismo, la quinua registró una reducción de 5.5% de hectáreas sembradas. Sin embargo, la yuca es el único cultivo de la lista que sí apuntó un crecimiento de 6.5%.

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Estrategias para cuidar el futuro agrícola
Moreyra destacó que el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) brindará apoyo con nuevas variedades de semillas, capaces de ser más tolerantes a las plagas y enfermedades.
La iniciativa apunta, sobre todo, al cultivo de maíz duro, a la papa nativa fortificada, a la quinua y a otros productos transitorios.
En esa misma línea, manifestó la importancia de la diversificación productiva con cultivos más rentables y señaló a la frambuesa y al algodón de la costa.
Aludió, además, al programa Apoyo a la Producción de Cultivos Transitorios, cuya misión es entregar kits de semillas y fertilizantes a los pequeños productores a través de Agro Rural “para asegurar el abastecimiento de alimentos en el mercado interno y reducir la dependencia de las importaciones”, subrayó.
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Vigilancia fitosanitaria en la agricultura
En el foro también participó Johny Naccha, director de Vigilancia Fitosanitaria del Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa). En su intervención resaltó el impacto de los cambios climáticos en la dinámica de la agricultura.
“Las anomalías climáticas incrementan la intensidad, dispersión y espectro de hospedantes de las plagas. El sistema inmunológico de los vegetales puede afectarse por las condiciones climáticas y la interacción con los factores abióticos”, explicó.
Ante ese panorama, recordó que se predicen cambios ambientales importantes para los próximos dos años. Por eso, enumeró las acciones de supervisión de la entidad ante los riesgos de los cuales ya se tienen antecedentes en Perú (la mosca del Mediterráneo, el minador de la hoja de los cítricos, el gusano rosado de la India del algodonero y más).
Algunas operaciones de cuidado involucran la implementación de un catálogo categorizado con información técnica y científica sobre plagas; la notificación de ocurrencia de plagas; y la observación de predios seleccionados en cada departamento.
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