El año pasado la producción agrícola experimentó una caída de casi 4%, marcando su peor desempeño desde que se tiene medición, pero este año repuntaría. El reciente Marco Macroeconómico Multianual (MMM) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) elevó su proyección de crecimiento del sector.
Esto responde “al desempeño extraordinario de la producción agrícola” en el primer semestre del año (6.6%) , principalmente, por los productos orientados al mercado interno asociado al adelanto de las cosechas y mayores rendimientos de papa, avena forrajera, arroz, alfalfa y maíz amiláceo. No obstante, los productos de agroexportación sufrieron un deterioro ante la mala campaña de mangos y uvas por los efectos rezagados de los fenómenos climáticos ocurridos en 2023.
Hacia adelante, los roles se invertirían. La agroexportación repuntaría en la segunda mitad de este año por un efecto estadístico positivo de la producción de arándano y el mango; mientras que la producción agrícola de cultivos orientados al mercado interno (papa, maíz amiláceo y quinua) enfrentaría dificultades parciales asociadas a un fenómeno de La Niña.
Con lo mencionado, ahora el sector agrícola se expandiría 5% este año y ya no 3.2% como se estimó en abril último.
Sector agrícola bajo análisis
Para Juan Manuel Benites, extitular del entonces Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) y presidente ejecutivo del Instituto Crecer, estas nuevas expectativas para la agricultura no solo se explican por la recuperación tras los efectos de los fenómenos climáticos, sino que también porque se evidencia una mayor intención de siembra.
“La Encuesta de Intenciones de Siembra del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) reporta casi la duplicación de áreas en algunos cultivos importantes como maíz y arroz. El reporte proyecta un crecimiento de cultivos de 4.3% de las áreas sembradas con respecto al año anterior, con un mejor año para el norte”, explicó a Gestión.
Benites precisa que las expectativas de siembra, correspondientes a la campaña agrícola 2024-2025, resultan mayores en productos que son principalmente de consumo interno. Si bien las proyecciones para la agroexportación son buenas, no se estaría creciendo tanto como en años anteriores, cuando se crecía a doble dígito.
El presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Gabriel Amaro, precisó que se espera que el valor de la agroexportación alcance un crecimiento de alrededor de 5% para el cierre de este año, pero las estimaciones en cuanto a volumen aún no se recuperan.
Solo de enero a mayo, AGAP calcula que el volumen de exportación agraria cayó 18%. Incluso los datos de la Sunat muestran que el volumen exportado de productos agrícolas tuvo una caída del 14.8% en el primer semestre del año.
“Esperemos que a fin de año se mantenga el nivel de crecimiento en valor, que disminuya la pérdida de producción y que los mercados tengan precios aceptables. Esperamos recuperar en estos seis meses el nivel de producción porque si sigue cayendo vamos a tener problemas”, dijo.
Por ahora, el representante del gremio estimó que en el segundo semestre del 2024 se proyecta que haya una mejor producción de arándano, uva y mango, lo que equilibraría los problemas que han tenido los agroexportadores en el primer semestre.
Medidas necesarias
Amaro, de AGAP, afirma que para mejorar los niveles de producción del sector agrícola formal se necesita acelerar la aprobación de una nueva Ley Agraria y disminuir las trabas que existen para poder atraer inversión.
“Hay posibilidades de crecimiento, pero esto se va a dar en la medida que mejore el marco jurídico. No solamente basta hacer el destrabe de proyectos de irrigación cuando tenemos un marco regulatorio que no está de acuerdo a la calidad de nuestro sector. Ya no vamos a poder traer inversionistas si no mejoramos el clima de negocio”, sostuvo.
En tanto, Benites manifiesta que también se necesitan retomar los grandes proyectos de irrigación e impulsar nuevas carteras de inversión en proyectos para que otras áreas del país se vayan integrando a al boom exportador.
“Para la agricultura, más importante que el propio suelo es el agua, todavía tenemos disponibilidad en la costa, pero habría que también que pensar en la sierra y selva, que presentan espacios interesantes para cambiar de cultivos de consumo interno a cultivos de exportación. Algunos productos (que podrían impulsarse) son el jengibre, la piña golden, el cacao, y el camu camu”, agregó.
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¿Mejorará el empleo?
Aunque normalmente ante una mayor producción se espera un mejor nivel de empleo, en el caso de la agricultura no necesariamente se vería este efecto en las contrataciones formales. Benites recordó que el 90% de la agricultura peruana es informal.
“Se puede aumentar la cantidad de empleo, pero no necesariamente se va a formalizar. La formalización está en los sectores más modernos como la agroexportación y eso es lo que le falta al sector, formalidad tributaria, seguridad jurídica y también en el tema laboral”, indicó.
De hecho, actualmente el empleo en el sector agro está en rojo. De acuerdo con datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), los puestos en el sector agropecuario privado se contrajeron 18.1% en el primer trimestre y luego cayeron 9.3% en el segundo trimestre.
El presidente de AGAP apuntó que, en promedio, esta reducción en los puestos de trabajo formales viene desde hace más de un año. “De agosto del año pasado a mayo, se registra una pérdida mensual de 85,000 empleos formales en promedio en el sector”, comentó.
Pese a esto, el MMM del MEF indica que se prevé una mayor contratación de trabajadores en el sector durante el segundo semestre, impulsado por la normalización de la producción agroexportadora.
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La Niña, ¿representa un riesgo para estas proyecciones?
Para esta segunda mitad del año se advierte que podría iniciar un fenómeno de la Niña, que implica una reducción de la temperatura y posibles sequías, pero ¿qué tanto impacto generaría a la agricultura?
Benites considera que este año ya no implicaría un riesgo, pero dependería de la denominada “campaña chica” agrícola. s
“En principio pensaría que la campaña grande está jugada y las intenciones de siembra ya están expresadas, veo difícil que afecte ahora. Hay que mirar esto como una llamada de atención para que el país tenga políticas de resiliencia en el agro”, señaló.
Por su parte, Amaro de AGAP indicó que podrían verse efectos negativos en algunos cultivos como la papa, el ajo y la cebolla, productos que corresponden tanto el mercado interno como externo, pero, por ahora, señala que no se enfrentaría una escasez.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres, con experiencia en radio, tv y web. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.
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