
Pese a que hace unos días Lima Airport Partners (LAP) afirmó a Gestión que no habrían puntos críticos que impidan la apertura del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, finalmente el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció que no entregarán el certificado de operaciones al terminal en los próximos días, por lo que no empezará a funcionar este 30 de marzo.
El anuncio se da luego que el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) emitiera una lista con las observaciones críticas pendientes en la infraestructura. Actualmente, indicó Ositrán, la ampliación del terminal tiene un avance del 99.5% en cuanto a construcción y equipamientos instalados, pero queda un 0.5% pendiente entre los cuales hay aspectos calificados como “críticos” y “no críticos”.
En general, entre los puntos aún en proceso de integración o finalización, se encuentran el Sistema de detección y alarma contra incendios (DACI), Sistema de control de accesos (ACS), Red local de área (LAN), Sistema de megafonía y alarma pública (PAS/PVAS), Sistema de visualización de información de vuelos (FIDS), Sistema de iluminación, así como reparaciones menores y acabados arquitectónicos, e integración en el Centro de Control de Seguridad.
Uno de los “puntos críticos”, que son aspectos esenciales para el funcionamiento del aeropuerto, está relacionado al DACI, precisó la presidenta de Ositrán, Verónica Zambrano. La representante del organismo señaló que esto no significa que no exista el sistema, pero sí que se requiere ajustarlo para evitar afectaciones.
“En el que nosotros hemos encontrado mayores fallas es el sistema de detección de alarmas contra incendios. Cuando hay un incendio, acá las puertas se tienen que abrir solas porque la gente sale apurada, hay unos tragaluces por donde tiene que entrar aire, y tiene que haber un sonido. Todo es un sistema integrado, entonces, lo que hemos detectado es que todo el sistema no está funcionando integradamente. Algo ha fallado”, comentó a Gestión.
En este caso, la presidenta de Ositrán señaló que no se tienen plazos estimados de cuánto podría demorar subsanarse estas observaciones.
“Puede ser muy fácil, como conectar un cable o (más complejo) como hacer un desarrollo. Eso va a depender de cuál sea el origen de la falla, lo tiene que ver el concesionario”, indicó.
Además de esto, el terminal también tiene pendientes como la obtención de diversas certificaciones y permisos de entidades como Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la licencia de Funcionamiento e ITSE de Playa de Estacionamiento, y la licencia de Funcionamiento e ITSE de almacenes del Plot F. En estos casos, la presidenta de Ositrán no descartó que en un mes se podrían obtener estas licencias.
“De repente, para el LAP no ha habido puntos críticos hasta que hemos hecho las pruebas, pero ellos han estado en el levantamiento de información y han firmado un acta con nosotros sobre este tema”, añadió Zambrano.
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Otros puntos críticos
Si bien el organismo afirmó que ya se vienen haciendo las pruebas técnicas realizadas en la planta de hidrocarburos, señalaron que la autorización final para su uso aún está pendiente.
Según explicaron, no solo LAP tiene permisos pendientes, sino que terceros que operarán en el aeropuerto como EXOLUM, empresa dedicada al transporte y almacenamiento de combustible, y otros comercializadores de combustible, aún no tienen la licencia que requieren. Esta autorización para la etapa operativa debe ser emitida por la Dirección General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), con un opinión previa de Osinergmin.
“Eso para la puesta en operación del aeropuerto tiene que estar operativo”, dijo Francisco Jaramillo, gerente de Supervisión y Fiscalización de Ositrán.
Otra observación, apuntó, es la falta de familiarización de los operadores de rampa con la nueva infraestructura. Aunque LAP ha asegurado que el diseño del aeropuerto cumple con las regulaciones aeronáuticas, se indica que el problema no radica en las dimensiones, sino en la adaptación de los operadores al nuevo sistema de circulación de aeronaves, mangas y posiciones de estacionamiento.
En este contexto, añadieron, estos aspectos críticos deben resolverse totalmente antes de la puesta en operación del terminal aéreo. En cuanto a las quedan observaciones calificadas “no críticas”, como detalles en la orientación de ciertos equipamientos o acabados en algunas áreas, los representantes de Ositrán indicaron que estos podrían corregirse con el terminal ya en funcionamiento.
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