El Aeropuerto Internacional de Chinchero (AICC), ubicado en la provincia de Urubamba (Cusco), apunta a convertirse en el segundo terminal más grande del Perú, pero -mientras se construye- lamentablemente “se van desnudando” los problemas en su interna que ponen en riesgo la futura operación del megaproyecto. Por ello, Gestión brinda la radiografía del tan esperado hub aerocomercial del país.
Como se conoce, Cusco -que no solo es la principal ciudad turística del Perú, sino también de Sudamérica- solo cuenta con el Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete, una infraestructura que poco a poco queda rezagada para el incremento constante de los visitantes que llegan a la zona y sus diferentes necesidades. Para solucionar eso, se inició la gestión del nuevo terminal.
¿Cuánto es el avance de construcción en Chinchero? Hasta la fecha, las obras del nuevo terminal no superan ni el 10%, indicó Werner Salcedo, gobernador regional del Cusco. Una situación bastante preocupante porque la obra debe estar terminada para fines de diciembre del 2025, según la última actualización del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
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De hecho, el gobernador regional sostuvo que la obra del aeropuerto de Chinchero ya debería superar el 30%. Al no ser esta la situación actual, buscarán reunirse con el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez-Reyes, a mediados de este mes, para pedir que aceleren ese proyecto.
“Políticamente, las autoridades nos pronunciaremos y exigiremos saber cuál es la conclusión para el proyecto. Queremos decir que los proyecto Estado a Estado no funcionan. Técnicamente, se exigirá la nueva Ley de Contrataciones y la descentralización”, argumentó.
Hay un retraso evidente, que en su momento alertó la Contraloría General de la República. Más allá de las demoras por la covid-19, también hay otros puntos que se deben tener en consideración.
Detalle de la controversia
Si bien en el 2019 el Estado peruano y la República de Corea firmaron el contrato de Gobierno a Gobierno (G2G) para los servicios de asistencia técnica, a través de una Oficina de Gestión de Proyectos (PMO, por sus siglas en inglés) durante la etapa de construcción del terminal aéreo, este convenio terminará en octubre del 2024 sin tener listo el nuevo terminal en Chinchero.
Fuentes del sector transportes informaron a este medio que la PMO coreana Dohwa Engineering Sucursal del Perú solicitó hace dos años una ampliación de ese contrato de asistencia técnica con el pago de sus costos adicionales, por la afectación de la pandemia que retrasó la ejecución de obras.
A pocos meses de que se acabe ese acuerdo, se supo que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) tiene un informe favorable -desde hace un año- recomendando una extensión de 10 meses y 13 días por el impacto de covid-19.
Sin embargo, no hay adenda firmada, pues la Oficina General de Administración del MTC, de la gestión del Pérez Reyes, no habría querido reconocer gastos adicionales a la PMO, sustentando que “no corresponde pagarles un sol”.
Así se aprobaran esos 10 meses de posible ampliación del pacto (hasta agosto 2025), la obra del aeropuerto de Chinchero no estaría listo en esa fecha, con lo cual se pone en riesgo que el nuevo terminal “levante vuelo”, pero se está a tiempo de corregir estos inconvenientes y no quede como “un elefante blanco”.
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¿Obra quedaría paralizada?
¿Qué pasará si no se sigue con el convenio con la PMO coreana? De acuerdo con Paola Lazarte, exministra de Transportes y Comunicaciones, sería perjudicial no continuar con la asistencia técnica, debido a que “la obra quedaría paralizada”.
“Si no hay adenda sería un craso error, le tocará al MTC continuar con la ejecución. La Dirección General de Aeronáutica Civil tiene personal que conoce muy bien el tema aeronáutico, pero no para la parte de infraestructura. Querer prescindir de un asesoramiento técnico sería lo menos eficiente y, sin lugar a duda, llevaría a una paralización del proyecto”, anotó.
De no llegar a un acuerdo, Lazarte sostuvo que el contrato de G2G permite que se establezca una Junta de Administración de Disputa (que se instaló en su periodo) para resolver en ese espacio las controversias, sin ir a un arbitraje.
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Recordó que en su gestión en el ministerio (13 de diciembre 2022 al 6 de setiembre 2023) se determinó que se tenía que extender el contrato de asistencia técnica con Corea, que es del tipo de control (la PMO sugiere, pero la decisión final lo toma el MTC), hasta que se termine la ejecución de la infraestructura y puesta en operación del aeropuerto.
“Nosotros lo teníamos claro, se tenía que continuar con el asesoramiento técnico, porque en el acuerdo de Gobierno a Gobierno es una relación contractual entre el Estado peruano y el de Corea, que además de tener los beneficios del conocimiento de infraestructura, también es una relación diplomática”, refirió a Gestión.
Acelerar tareas previas
Más allá de la incertidumbre alrededor de la continuación -o no- de la PMO coreana, Lazarte mencionó que el problema de fondo y ruta crítica que está pendiente para poder dar en concesión la operación y mantenimiento del servicio son las tareas previas que se tienen que desarrollar en el mencionado aeropuerto. Estas fases son dos componentes: aeronavegación y la parte operativa del aeropuerto.
“Cuando asumimos la gestión nos dimos cuenta que no se hizo nada en la compra de equipamientos del aeropuerto y las tareas previas, que son aspectos operativos indispensables para el funcionamiento del terminal”, manifestó.
Precisó también que estas tareas nunca estuvieron en el contrato de asesoramiento técnico de la PMO, porque cuando se estructuró el aeropuerto se pensó que la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) se hiciera cargo de la adquisición de esos equipos y servicios, sin el perjuicio de decidir concesionar.
No obstante, la exministra comentó que Corpac y la DGAC no tenían la capacidad para poder definir en los tiempos establecidos estos tipos de tareas y se detuvo la compra del equipamiento.
En esa línea, pidieron a la PMO coreana y a la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) una cotización sobre cuánto costaría la asistencia técnica para definir el plan de operaciones y “el proyecto no sea un elefante blanco”.
La decisión fue optar por la más económica, que en este caso fue de la PMO coreana y así lo dejaron hasta septiembre del 2023. Hasta ahora, la nueva administración del titular del MTC, no comunica a la opinión pública si se realizará la adenda.
“Si hubo una serie de modificaciones contractuales que se tenían que hacer, pero todo con la premisa de que se siga con el proyecto que no se paralice la infraestructura y termine brindando servicios”, aseveró.
MTC sin decisiones
Explicó que el no tener decisiones con respecto a las controversias técnicas, como diseño, construcción e infraestructura, en este caso por parte del MTC, genera retrasos en todos los aspectos.
La extitular del ministerio indicó que la construcción del aeropuerto de Chinchero está retrasada y que el Gobierno debería sincerar el cronograma, en donde se debe incluir las tareas previas. Así, el nuevo terminal, que esperará las visitas de seis millones de pasajeros anuales, podría estar listo en el 2026.
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Otro punto de controversia es que el aeropuerto de Chinchero aún no tiene procedimiento de vuelos y se tiene que certificar desde cero, según fuentes allegadas.
Bruno Aparicio, mayor general FAP (r), comenta que en el contrato de Estado a Estado para la asistencia técnica en la ejecución del proyecto de inversión en el Aeropuerto Internacional de Chinchero se menciona que se requiere la validación de los procedimientos de vuelos, pero no se cumplió.
“El contrato exige en la página 4 del anexo A, que se validen los procedimientos de salida, pero esta no se cumplió. Es decir, iniciaron la construcción sabiendo que el aeropuerto no tenía salidas de vuelos. Ahora, creen que alguien querrá concesionar ese aeropuerto, pero nadie administra un aeropuerto que no se puede operar”, expresó.
Añadió que en el 2021, antes de firmar el contrato de construcción, los asesores coreanos dijeron en la página 1 de su informe, que los procedimientos de vuelo no se pueden utilizar.
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Concesionar el aeropuerto de Chinchero
Hace unas semanas, el MTC encargó la promoción mediante la modalidad APP, el proyecto del Tercer Grupo de Aeropuertos, que incluye los terminales aéreos de Jaén, Jauja, Huánuco, Rioja, Yurimaguas, Ilo, Chimbote y la operación y mantenimiento del aeropuerto de Chinchero, cuyas intervenciones se estiman en un valor superior a los US$ 550 millones.
Proinversión indicó que, si bien está por iniciarse la etapa de formulación de estos proyectos aeroportuarios, en la que se determinará los montos de inversión estimados, el marco normativo actual permite que un inversionista pueda presentar una iniciativa privada para operar y mantener este tercer grupo.
El que se haya encargado a Proinversión para que saque adelante la concesión sin haber definido las fases previas es “solo un papel” y que demorará en la adjudicación, dijo Lazarte.
“Se va a demorar (la adjudicación) porque cuando Proinversión estructure el contrato va a pedirle al MTC que le defina quién hará el servicio de limpieza, quién hará el abastecimiento de combustible de los aviones, qué servicios va a incluir, eso son las tareas previas. Seguro recién el ministerio se pondrá a trabajarlo. El MTC debe comunicar cuál es la estrategia integral que piensa respecto en la puesta en operación del aeropuerto, con los cronogramas”, remarcó.
Para Bruno Leoni, consultor aeronáutico, es un gran paso que se haya dado el encargo a Proinversión para que el aeropuerto de Chinchero tenga un operador privado para su operación y mantenimiento.
Sin embargo, el experto mencionó que hubiera sido preferible que el terminal entre separado del Tercer Grupo de Aeropuertos, por ser dinámicas diferentes. Aún así cree que habrá interés por esta licitación.
“Definitivamente, Proinversión va a tener que correr para sacar adelante esa adjudicación, porque Corpac no está a la altura de poder manejar un aeropuerto de esa magnitud. Lo que se podría hacer es que se encargue la gestión temporalmente a uno de los grupos que maneja aeropuertos hasta que se adjudique la operación y mantenimiento”, apuntó.
Añadió que queda por desarrollar y/o mejorar las vías de acceso desde y hacia Chinchero. “Un nuevo proyecto aeroportuario como este debe gozar de una miranda holística e integral para que su operación sea eficiente y amable con su entorno”, subrayó. Leoni mencionó que este proyecto tiene el potencial de mejorar la conectividad aérea de las regiones del sur y norte del país, lo que contribuiría al desarrollo económico y turístico de estas regiones.
¿Aeropuerto de Chinchero puede coexistir con el Velasco Astete?
Recientemente, la bancada de Acción Popular presentó un proyecto de ley para que se cierre las operaciones del Aeropuerto Alejandro Velasco Astete, del Cusco, y se brinde la propiedad al Gobierno Regional de dicha ciudad. Bruno Leoni, consultor aeronáutico, respaldó que ambos aeropuertos -Velasco Astete y Chinchero- no coexistan.
“Si quieres tener un proceso que sea atractivo y que genere los flujos, la manera de asegurar es concentrando el tráfico. ¿Cómo puedes tener dos infraestructuras compitiendo por lo mismo? Acá hay que realizar economía de escala y darle todo el manejo a un operador para que lo consolide mejor. Además, el Velasco Astete ya sobrepasó su capacidad de poder ampliarlo y desde el lado urbanístico Cusco requiere más espacio verde”, acotó.
Por su parte, Carlos Gutiérrez, gerente de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), se mostró en contra de que se cierre el Velasco Astete del Cusco.
Sostuvo que se deben analizar distintos escenarios y realidades. Indicó que con el aeropuerto de Chinchero habrá una mayor altitud que el Velasco Astete, lo que lo hace tener más restricciones operacionales.
“Una salida es tener Chinchero solo para aviación comercial, mientras que el Velasco Astete puede realizar aviación regional, general, privada y del Estado. Esto no los convierte en una competencia, son diferentes, así que es una alternativa donde se puede llegar”, declaró a este medio.
Puso como ejemplo, en caso se cierre el Velasco Astete y solo se tenga operando el aeropuerto de Chinchero y pasa una eventualidad en el nuevo terminal. “¿Cuál es el plan B? No existe. Así que tiene que ser evaluado”, afirmó.
Dato:
- Con la finalidad de agilizar las obras para la construcción del aeropuerto internacional de Chinchero, la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso acordó para el 20 de febrero la realización de una sesión extraordinaria para abordar esta problemática.
Licenciado en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En el 2009 ingresó a formar parte del equipo de Perú21 y el 2021 se desempeñó como periodista del área Núcleo de Economía del Grupo El Comercio. Actualmente como redactor en Gestión.
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