En su última participación en CADE 2017, la presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, anunció que la semana entrante pedirá nuevas facultades legislativas al Congreso en el que se incluye una norma que buscará reformar la ejecución de provisión de servicios públicos compartidos y la inversión en obras de infraestructura integrales.
"Desde el Ejecutivo estamos buscando cambiar el chip del funcionario público. Hemos apostado por el trabajo intersectorial, el gobierno abierto y el sustento técnico con evidencia como principios rectores de la política pública", resaltó.
En ese sentido, la titular de la PCM dijo que el diálogo y la búsqueda de consensos con los otros poderes del Estado no debe ser una limitante para hacer políticas públicas sino una vía para enriquecerla.
Frente de cientos de empresarios y políticos, Aráoz puso énfasis en que los resultados de las últimas elecciones presidenciales representan un importante desafío, "No un cogobierno, pero sí una corresponsabilidad".
"La buena política legislativa existe y se ejecuta de manera dialogante y dinámica. El Legislativo también debe reconocer y respetar el rol que cumple el Ejecutivo. El ciudadano es el que más pierde en un contexto de polarización. La revolución social implica entender que la tarea del político es permanente y de largo aliento y que el fin último es servir a la gente. Seamos prudentes y respetuosos con el poder que la población nos ha conferido y mantengamos siempre la vocación de diálogo", le recordó a sus opositores.
Y es que, más allá de las diferencias políticas - aseveró - es no perder el norte del ejercicio político. "No basta con el diálogo, hace falta compromisos. El debate entre el Ejecutivo y el Legislativo debe servir para identificar y promover políticas públicas que trascienden los gobiernos y se convierten en políticas de Estado".