Día de la Lengua China
Por Antuanet Rodríguez, estudiante de la carrera de Administración, y Camila Pelayo, estudiante de la carrera de Negocios Internacionales de la Universidad del Pacífico.
Actualmente, el chino mandarín es el segundo idioma más hablado en el mundo con 1,456 millones de hablantes (nativos y no nativos). Se estima que una quinta parte de la población mundial habla chino mandarín, de las cuales la mayor parte se encuentra en la República Popular China, seguido por Taiwán, Indonesia, Tailandia, Malasia, Singapur, Brunei, Filipinas y Mongolia.
Es por eso que, el Día de la Lengua China se celebra cada 20 de abril, fecha asignada por la ONU para celebrar la importancia cultural e histórica de este idioma oficial. Además, durante la celebración, se le rinde homenaje a Cang Jie (仓颉), quien fue un historiador y ministro del emperador amarillo, Huang Di (黄帝), e inventó los caracteres chinos a mediados del año 3,000 A.C.
Si hablamos del origen de la lengua china, esta es pictográfica y mitológica. Las leyendas explican que Cang Jie, quién nació con habilidades y tenía cuatro ojos, era conocido por observar las huellas y características de los insectos y pájaros y así crear caracteres a partir de estos. Cang Jie creó el método de registro de la información basado en grafias que se asocian con objetos reales, y que sustituyó a la antigua técnica de los nudos en las cuerdas.
En los últimos años, China se ha convertido en la segunda economía más grande del mundo. Lo que significa que, tener conocimiento sobre este idioma puede permitir una ventaja invaluable al momento de gestionar negocios y establecer relaciones político-comerciales, así como abrir las puertas a oportunidades académicas dentro de universidades de gran prestigio a nivel global.
Acerca de la literatura y la lengua, estas poseen sus propias normas para su correcta difusión. Es así como la traducción se erige como una herramienta crucial para poder acceder al conocimiento de culturas que parecen tan alejadas a la occidental.
En general, el proceso de traducción se divide en dos fases: la comprensión del texto original y la expresión de su contenido en la lengua meta. Los principales problemas se encuentran en la primera fase debido a la ambigüedad del texto original, dado que muchas palabras del idioma varían de significado según contexto y pronunciación.
Finalmente, en 1915 se tradujo el primer libro del chino al español, llamado “Rumores anecdóticos del palacio”《西班牙宫闱琐语》. “El Quijote” también se publicó en 1922 con el título de 《魔侠传》(“Leyenda del caballero mágico”), y fue un furor en China. Este cambio en el panorama literario se produjo por la influencia occidental en China, debido a la colonización que sufrió a finales del siglo XIX creando distintas repercusiones como el Movimiento de la Nueva Cultura, que apoyó las artes modernas y rompió con el tradicionalismo.