El camino hacia la paz
Por Varo Sebastián Nuñez, estudiante de Derecho de la Universidad del Pacífico.
En medio de una realidad ensombrecida por la violencia, el miedo y la incertidumbre, Ecuador se ve inmerso en una crisis después de la declaración de un conflicto armado interno en su territorio. En este momento crítico, el gobierno encara un desafío histórico, enfrentándose a la tarea imperiosa de acabar con la violencia que aqueja a sus ciudadanos. Las decisiones tomadas en esta coyuntura resonarán a lo largo de la historia del país.
Los principales desafíos de este gobierno son principalmente dos: por un lado, asegurar la protección de todos sus ciudadanos y sus derechos humanos; mientras, por otro lado, impedir que aquellos individuos que emplean la violencia, el miedo y el odio para alcanzar sus objetivos obtengan algún tipo de respaldo popular.
El primer desafío descrito posiblemente resulte ser el más repetido en todo conflicto, al punto que incluso se pueda llegar a cuestionar su relevancia. Sin embargo, los derechos humanos deben ser preservados, dado que tanto hombres como mujeres que participan en cada bando continúan siendo seres humanos.
El gobierno ecuatoriano nunca debe olvidar que aquellas personas que hoy defienden serán los principales testigos de sus acciones y que toda violación de derechos en la que se pueda incurrir generará además un costo político en el presente y en el futuro. Asimismo, el Estado debe garantizar que aquellas personas que han quebrantado la paz social en la nación reciban una condena proporcional a sus delitos y que su juzgamiento respete los fundamentos del debido proceso. Es crucial que la tarea de contrarrestar las acciones de violencia que hoy experimentan no se traduzca en una inobservancia de sus derechos humanos.
La triste realidad latinoamericana radica en que existen múltiples grupos en condición de vulnerabilidad por diferentes motivos e incluso en algunos casos a causa de decisiones estatales. Entonces, el segundo desafío al que se enfrenta el gobierno ecuatoriano en este conflicto no solo se concentra en enfrentar la violencia que estos grupos ejercen en contra de la población, sino también en prevenir que estos grupos mediante manipulación o engaño sumen a estas personas a su lucha, principalmente por dos motivos. En primer lugar, es fundamental garantizar la seguridad de estas personas ante el conflicto, ya que probablemente serán las más afectadas por las consecuencias que traerá la crisis. En segundo lugar, con el objetivo de prevenir la continuación del conflicto debido a un aumento en el número de personas involucradas.
Espero que la resolución de este conflicto no se convierta en un episodio deshonroso en la historia latinoamericana, sino que se recuerde como un ejemplo de superación idónea ante la adversidad. Incluso los obstáculos en el camino hacia la paz son parte integral de ese camino.