Coronavirus: mypes en apuros
Por Natalia Estrella Guerra-Garcia, alumna de Economía de la Universidad del Pacífico
A raíz de la propagación del coronavirus y del aislamiento obligatorio, el sector empresarial se ha visto altamente afectado. En Perú este sector está conformado en un 98.4% por microempresas, en un 4.3% por pequeñas empresas y en un 0.6% por grandes y medianas empresas. El 0.3% restante está representado por las empresas de naturaleza pública (INEI, 2018). Es decir, la gran parte del sector empresarial está conformado por Mypes (Micro y pequeñas empresas).
Según la reciente encuesta de Ipsos Perú, realizada a 800 peruanos en zona urbana en el presente mes, un 8% de los encuestados está saliendo a trabajar porque está dentro del grupo autorizado por el Gobierno para hacerlo. Este grupo es el de las personas que trabajan para empresas que producen, distribuyen y/o comercializan bienes de primera necesidad tales como alimentos y fármacos, además de trabajadores de servicios de salud, funerarias o servicios financieros. Respecto a los trabajadores que no trabajan en esas áreas, solo el 8% de los encuestados dijo estar en casa trabajando por teletrabajo (home office).
El resto de labores como las relacionadas con el sector turismo, textil, metalmecánico y construcción, así como los servicios de restaurantes o cafeterías, son imposibles de realizar a través de la web y requieren mano de obra que pueda movilizarse desde su hogar hasta el lugar de trabajo para llevarlo a cabo.
De hecho, solo el 16.9% de las microempresas manufactureras corresponden a la industria de alimentos y bebidas, mientras que el resto forma parte de la industria textil y de cuero, de madera y muebles, de fabricación de productos metálicos, entre otros. De las pequeñas empresas, la mayoría corresponde a la industria de fabricación de productos metálicos (25.5%), seguida de la textil y de cuero (22.2%), y solo un 17.0% a la industria de alimentos y bebidas.
Así, es claro que la mayor parte de las mypes se han visto afectadas por el aislamiento obligatorio de su mano de obra, ya que la presencia física de sus trabajadores es indispensable para continuar generando ingresos y mantener su rentabilidad.
En efecto, en la encuesta de Ipsos, un 31% dijo estar en casa sin trabajar, pero que si tenía un trabajo habitualmente, y un alarmante 25% manifestó haberse quedado sin trabajo. Teniendo en mente que este encuesta fue realizada con una muestra de tan solo 800 peruanos, podemos estimar que el número de desempleados a causa de la crisis del COVID-19 es aun mayor.
En las noticias recientes se ha reiterado el deber de los empleadores de otorgarles a sus empleados licencia con goce de haber en caso de que la naturaleza del trabajo impida continuar con las labores. No obstante, esto solo aplica para contratos a tiempo completo y, en el 2017, el 52.4% de la población ocupada asalariada (POA) del sector privado no tenía contrato. Un porcentaje tan alto de ausencia de contrato laboral, indica que un gran número de empleadores de mypes tiene la potestad de despedir a sus empleados, lo cual resulta muy probable en una situación en la que no están recibiendo los ingresos sobre los que subsisten. De hecho la OIT estima la pérdida de casi 25 millones de empleos en el mundo a causa del virus (OIT, 2020).
Además, no aplicaría al caso de los trabajadores independientes, quienes representaron el 36.9% de la POA (INEI, 2017). Ellos generalmente prestan servicios (47.9%) o compran y venden mercancía (32.2%), lo que se realiza a través de microempresas, usualmente denominadas “emprendimientos”, los cuales ya no están recibiendo estos ingresos.
El pasado viernes 20 de marzo, el Gobierno dictó medidas destinadas al financiamiento de las mypes y reducción de impacto del COVID-19 en la economía peruana. Así, se estableció la creación del Fondo de Apoyo Empresarial (FAE-MYPE) de 300 millones de soles para otorgar créditos para la reprogramación o refinanciamiento de la cartera vigente de las mypes y para capital de trabajo. Para acceder a un porcentaje de este, la mype debe estar en la categoría de “Normal” o “Con Problemas Potenciales” en el registro de la Superintendencia de Banca y Segura (SBS). El FAE se estima llegará a 10,000 mypes según el Ejecutivo. Asimismo, se prorrogó el pago del IR e ITF, la SBS flexibilizó el pago de deudas financieras, se amplió la cobertura del Fondo Crecer, entre algunas otras (Apoyo Consultoría, 2020).
Sin embargo, el 83.5% de mypes eran informales al 2017, lo cual no solo indica que sus trabajadores no tienen contrato ni protección social, sino que las empresas tampoco tienen acceso a servicios del sistema financiero (ComexPerú, 2017). Es decir, inevitablemente la gran mayoría de mypes se quedaría sin liquidez ya que no podría recibir el apoyo.
En síntesis, el mayor porcentaje de mypes existentes estará en riesgo de cierre luego de la crisis del coronavirus. Por un lado, por su naturaleza informal y la disminución a cero de la demanda de los bienes y servicios de la mayoría, a causa de la inmovilización de los consumidores. Y, por otro lado, por la escasez de oferta a raíz de la inmovilización de sus empleados. Ya que las mypes conforman gran parte del sector empresarial, estos posibles cierres no pasarían desapercibidos en el crecimiento económico del país. Afectarían por el lado del consumo, a través de los despidos de los trabajadores y la falta de ingresos propios, y por la ausencia de compras de insumos y bienes que funcionan como insumos para producir y vender.