Alternativas para cerrar la brecha educativa utilizando Inteligencia Artificial
En un artículo previo, analicé los riesgos que implican no impedir que la brecha educativa se siga ampliando en el país. En esta línea advertí que, en la actual dinámica del mercado laboral, todo aquel profesional que no sepa dominar las nuevas herramientas vinculadas a la IA estará en gran desventaja frente a quienes sí las saben utilizar para ser más productivos y eficientes. Básicamente habrá mayores distancias entre un profesional competente y un profesional que solo podrá acceder a labores menos calificadas y de limitado valor para una organización, lo que se reflejará como consecuencia en salarios menores.
Otro aspecto que se resaltó fue la urgencia capacitar a los profesores de los distintos niveles educativos para que estén debidamente preparados para enseñar y evaluar a los alumnos en estas épocas donde la IA cobra mayor relevancia en los trabajos. Al respecto y, ante el posible debilitamiento de la evaluación docente 2024, al permitir el nombramiento automático de profesores después de solo tres años de contrato, soy pesimista con respecto al futuro de la educación pública en el país, dado que hay muchos intereses que se alejan de las verdaderas necesidades de los estudiantes. Por ello, en este artículo quisiera explorar algunas alternativas que eviten que la brecha educativa se siga ampliando y que involucran a actores de la sociedad con mayor predisposición a su solución: los gremios empresariales, las organizaciones no gubernamentales, las iglesias, y la academia (universidades y escuelas de negocios).
Hacia un plan nacional de capacitación ciudadana
Partamos de una premisa: el mercado laboral necesita (y necesitará más) de profesionales que tengan habilidades digitales muy desarrolladas. Si no se quiere caer en un escenario de escasez de talento, las cámaras de comercio, los gremios empresariales y la academia están (casi) en la obligación de trabajar de forma más articulada para que los integrantes de la PEA cuenten con una base lo suficientemente competitiva para ser más productivos y empleables.
Esto involucra, entre otros conocimientos y destrezas lo siguiente: uso de sistemas operativos; navegación en internet; manejo de softwares de oficina, gestión de herramientas de comunicación y colaboración en la nube; principios básicos de ciberseguridad y privacidad de datos; búsqueda y evaluación de información para combatir los fake news; alfabetización en medios (es la capacidad para interpretar y crear contenido en diversos formatos, incluyendo texto, imágenes y videos); comprensión de algoritmos básicos; uso de herramientas de automatización; uso de hojas de cálculo; mentalidad abierta hacia la innovación; interacción con herramientas de IA, entre otros.
Un interesante proyecto que podrían impulsar los actores señalados es un plan nacional de capacitaciones que beneficie tanto a escolares, universitarios y ciudadanos en general para que accedan gratuitamente a estos conocimientos de forma introductoria. El propósito es crear consciencia sobre los conocimientos básicos que deben desarrollar si aspiran a resaltar en el mercado laboral. Si bien estos conocimientos ya son de libre acceso, si uno busca en TikTok o YouTube, o incluso si uno le pregunta a ChatGPT, no todas las personas están familiarizadas sobre cómo pueden acceder a ellos debido a que implican conocimiento de búsqueda en estas plataformas y noción de estos rubros. Por ello es clave que se recurra a formas más “tradicionales” como las convocatorias a estos talleres o charlas informativas que pueden ser realizadas en las mismas instalaciones de las cámaras de comercio o en las instituciones educativas. Incluso, se podría involucrar a las municipalidades e iglesias para que puedan sumarse al proyecto y tener un efecto multiplicador.
Inteligencia educativa: pensando en cómo facilitar el aprendizaje de las personas
La IA tiene la capacidad de transformar la educación al brindar soluciones innovadoras para disminuir las brechas educativas. De esta forma, las escuelas de negocios y las universidades pueden fomentar y liderar la investigación y el desarrollo de aplicaciones de IA en la educación para que exista una mayor facilidad para la transmisión de conocimientos, sobre todo para aquellos estudiantes que no cuenten con profesores que cumplen con eficiencia su labor. De esta forma, los estudiantes podrían recibir contenido adaptado a su nivel de comprensión, intereses y dificultades particulares a través de algoritmos de aprendizaje adaptativo; esto aumenta la eficacia del aprendizaje y reduce el peligro de abandono escolar.
Por otro lado, y para garantizar que el aprendizaje sea efectivo, la aplicaciones educativas en base a IA pueden permitirles a los alumnos evaluaciones continuas y una retroalimentación inmediata. Los alumnos pueden recibir evaluaciones automáticas que no solo califiquen sus respuestas, sino que también brinden explicaciones detalladas y recursos adicionales para áreas donde necesiten mejorar. El proceso de aprendizaje se beneficia de esta retroalimentación instantánea, ya que permite a los alumnos corregir errores y reforzar conceptos en tiempo real.
Estas dos propuestas son solo la punta del iceberg para poner en discusión la necesidad de trabajar bajo un enfoque integral y colaborativo en la sociedad que haga uso de las oportunidades que brinda la IA en aras de acortar las brechas educativas en el país. Del mismo modo, además de mejorar la calidad de la educación, estas iniciativas servirán para preparar a las generaciones futuras para los desafíos y oportunidades presentes ya en el siglo XXI.