Pacto social por la educación: una prioridad nacional
Recientemente, ESAN, con el apoyo de ALOXI (Alianza para Obras por Impuestos), Empresarios por la Educación y el movimiento internacional Fe y Alegría, desarrollaron el evento “Empresas con propósito por la educación” donde el Gobierno hizo un importante anuncio: próximamente habrá un “shock de inversiones” por un valor aproximado de 7200 millones de soles. Dentro de los proyectos que se considerarán resaltan la construcción de nuevas escuelas, así como el mantenimiento de diversas instituciones educativas a nivel nacional.
Si bien es un alivio, entre comillas, que el Gobierno retome la preocupación por un sector crítico para el desarrollo del país, hay grandes desafíos para cerrar las brechas históricas que tenemos, para lo cual se necesita de un mayor apoyo del sector privado, así como de las instituciones de educación superior. Para poner en contexto nuestra precaria realidad, es necesario citar cifras de una investigación que realizó El Comercio en marzo del 2024, en base a data oficial del Ministerio de Educación: de los más de 55 mil establecimientos escolares a nivel nacional, más de 32400 presentan algún problema vinculado a su infraestructura o acceso: riesgo de demolición, servicios básicos inadecuados, mobiliario en deficiente estado, recursos tecnológicos inoperativos, etc.
En este artículo quisiera analizar qué se necesita para lograr un verdadero pacto social que permita que las nuevas generaciones de peruanos tengan a disposición una educación de calidad, tanto a nivel de infraestructura, como de enseñanza, la misma que debe estar acorde a las necesidades del mercado laboral y contemplar una formación más sólida en valores.
Hacia un estándar mínimo de calidad en infraestructura y servicios
La infraestructura inadecuada de las instituciones educativas en Perú es uno de los problemas más graves que enfrentan los estudiantes. Por ello, urge crear una estrategia de inversión a largo plazo que incluya la construcción y renovación de escuelas de forma periódica, garantizando que todas tengan acceso a servicios básicos como agua, electricidad y acceso a Internet. Si bien esta acción del gobierno es para resaltar, no puede ser un anuncio excepcional, sino que debe formar parte de un cronograma que trascienda administraciones, independientemente del partido o postura política.
Por otro lado, la disponibilidad de recursos didácticos es un factor para mirar con detenimiento, dado que afecta la calidad educativa. En esta línea, es crucial garantizar que todas las escuelas, especialmente en áreas rurales, tengan acceso a tecnología, libros, materiales educativos y laboratorios. Las empresas y las organizaciones sin fines de lucro pueden desempeñar un papel crucial en la dotación de estos recursos a través de programas de donaciones y alianzas estratégicas.
Formación y capacitación docente
Los maestros están directamente relacionados con la calidad de la educación. Por ello, es necesario mejorar la capacitación de los maestros a través de programas que integren teoría y práctica y se enfoquen en las competencias y habilidades necesarias para enseñar en el siglo XXI, en gran medida alineadas a las tendencias del mercado laboral y necesidades específicas del país.
La capacitación continua es esencial para que los docentes se mantengan actualizados y puedan manejar los nuevos desafíos educativos considerando que la tecnología avanza y la penetración de la inteligencia artificial es cada vez mayor. Así, se deben implementar programas que incluyan talleres, cursos y certificaciones en el manejo de tecnologías y su implementación pedagógica. En esta línea, el gobierno, en colaboración con el sector empresarial y las organizaciones no gubernamentales, debería tener la capacidad de facilitar estos programas, garantizando su pertinencia y accesibilidad. Aquí las empresas y las escuelas de negocios pueden ser aliados para articular una línea común de conocimientos y habilidades a desarrollar.
Integración de la tecnología en el aula
La tecnología puede cambiar la educación. De esta forma, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) deben incorporarse al currículo y a las metodologías de enseñanza. Esto no solo implica la dotación de software y dispositivos educativos, sino también de capacitación a los maestros para que las utilicen en el aula.
Es esencial crear herramientas digitales que faciliten el acceso a materiales educativos de alta calidad. Es importante que todos los estudiantes tengan acceso a estas plataformas, independientemente de su ubicación geográfica. Las organizaciones tecnológicas y el sector empresarial pueden colaborar en el diseño y mantenimiento de estas herramientas, lo que garantizará su funcionalidad y actualización constante.
Para lograr un acuerdo social sólido en cuanto a la educación en Perú, es necesario que todos los actores involucrados se comprometan de manera firme y coordinada. De esta forma, es posible lograr un ecosistema educativo de alta calidad que beneficie a todos los peruanos al enfocarse en prioridades claras como la mejora de la infraestructura, la capacitación docente, la integración de tecnología, la equidad educativa, la participación comunitaria, la evaluación continua, la promoción de la investigación y la contribución del sector empresarial. Aunque el camino es extenso y difícil, la cooperación y el trabajo en equipo son necesarios para transformar la educación en el país y garantizar un futuro mejor para las próximas generaciones.