Los nuevos desafíos de la educación a nivel posgrado
La educación a nivel de posgrado comenzó en Perú en la década de 1960 con la fundación de ESAN (1963) y en la actualidad hay decenas de instituciones educativas, tanto nacionales, como internacionales, que ofrecen una diversidad de programas, tales como los MBA, maestrías especializadas, diplomados, diplomas internacionales, cursos de especialización, seminarios, entre otros innovadores formatos que han aparecido en los últimos años. A este ecosistema de educación superior se sumaron recientemente empresas como Crehana, Platzy o Coursera que, impulsadas por la EdTech (tecnología educativa), masificaron la educación gracias a la virtualidad, su bajo costo, facilidad de uso y formatos más amigables de aprendizaje.
De esta forma, el panorama educativo a nivel de posgrado esta conformado por diversas instituciones y empresas que ofrecen sus servicios a los profesionales peruanos que forman parte de la PEA y que buscan resaltar en un mercado laboral cada vez más competitivo. Si bien no hay cifras recientes, hasta el 2016, el 74% de profesionales peruanos no tenían estudios de posgrado, de acuerdo con el INEI, pero ello contrastaba con la mayor predisposición de las personas de estudiar un programa de maestría o realizar cursos de especialización. Ello se evidencia en múltiples estudios realizados por empresas de investigación de mercado como Ipsos.
En este artículo, quisiera reflexionar sobre los retos que tienen las universidades y escuelas de negocio que ofrecen estudios de posgrado debido a que la competencia existente debe mantener la calidad del servicio, pero sobre todo el propósito del sector: formar profesionales competentes que respondan a las necesidades del mercado laboral.
Gestión en tiempos de IA
Una primera reflexión está vinculada a las oportunidades y desafíos de la IA, tanto para educadores como estudiantes en el nivel de posgrado. Por un lado, los académicos deben implementar con éxito las múltiples herramientas de IA en sus estrategias de enseñanza. Lejos de prohibirlas, se requiere que se les enseñe a las personas utilizarlas con criterio para ser más productivos y no limitarse a digitar indicaciones para evitar pensar, cayendo en un peligroso facilismo.
Justamente, aunque la IA puede ser un recurso valioso para los estudiantes, también presenta el desafío de desarrollar las habilidades necesarias para trabajar con esta tecnología. En esta línea, los programas de posgrado deben incluir capacitación sobre la ética de la IA y su uso, para que los futuros profesionales estén preparados para enfrentar los dilemas prácticos que conlleva su uso.
Transformación del rol de los docentes
El papel del maestro ha sido redefinido por el fácil acceso a la información a través de internet y ahora la IA. Los estudiantes ya no dependen de las clases magistrales como único medio de obtener información. Por ello, los docentes deben ir más allá de ser facilitadores del aprendizaje y tratar de ser diseñadores de experiencias de aprendizaje que fomenten una participación más activa en clases y un discernimiento sobre qué hacer con toda la información disponible para generar valor.
Este cambio requiere que los educadores desarrollen nuevas habilidades pedagógicas y tecnológicas para lo cual las mismas universidades y escuelas de negocio son responsables de capacitarlos, y de esta manera puedan crear experiencias de aprendizaje interactivas, donde se utilicen las múltiples herramientas digitales para la colaboración y la evaluación. Con docentes convertidos en diseñadores de experiencias de aprendizaje se promoverá un modelo de aprendizaje activo, significativo y adaptado al contexto en el que vivimos, donde la tecnología crece a pasos agigantados.
La urgencia de potenciar el desarrollo de habilidades blandas de los estudiantes
Las empresas demandan profesionales con habilidades blandas muy desarrolladas además de conocimientos técnicos en un contexto donde la IA ya facilita la optimización de labores que antes tomaban horas o días. De esta manera, la adaptabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación asertiva, el trabajo bajo presión y la resolución de problemas complejos son algunos de los skills más demandados. Por ello, el desarrollo de estas competencias debe incluirse en el currículo de los programas de posgrado. Las actividades prácticas, como el uso de simuladores, proyectos en equipo y aprendizaje basado en problemas, pueden ayudar a fomentar su desarrollo. A su vez, resultaría ideal que las instituciones educativas tuvieran áreas dedicadas a reforzar estas habilidades con sesiones personalizadas y adaptadas a cada perfil.
Impulso a la innovación y el emprendimiento sostenible
El mercado laboral valora cada vez más la capacidad de innovar y emprender en los profesionales. Los programas de posgrado deben inculcar en los estudiantes una mentalidad que incorpore ambos rubros y para ello es preciso que brinden los recursos y el conocimiento necesario para que los incorporen en la gestión de proyectos.
La inclusión de cursos, servicios de incubación, mentorías o aceleración de proyectos son algunas de las formas en las que se puede responder a este punto. Las alianzas con el sector empresarial también pueden brindar oportunidades para desarrollar el networking y el aprendizaje aplicado de los alumnos.
Habilidades digitales: la alfabetización del siglo XXI
A pesar de los avances tecnológicos, aún existen brechas digitales importantes que afectan a los estudiantes de posgrado en Perú, esto se da a nivel de conocimientos y habilidades. Las instituciones educativas deben asegurarse de que todos sus alumnos dominen las nuevas tecnologías y sepan cómo emplearlas y conozcan el impacto que tienen en su trabajo.
Evaluación permanente de programas y estándares de acreditadores internacionales
La evaluación y acreditación de los programas de posgrado son esenciales para garantizar la calidad de la educación. Las instituciones en Perú deben pasar por procesos de acreditación rigurosos que evalúen la calidad de los programas, la habilidad de los docentes y la satisfacción de los estudiantes. Esto garantizará que cumplan con altos estándares internacionales, pero también da a los estudiantes confianza en la calidad de la enseñanza. Para mantener la relevancia y la excelencia de la educación de posgrado, estos procesos deben ser transparentes.
Apuntes finales
La educación postgrado en Perú enfrenta desafíos complejos y diversos. Las instituciones deben adaptarse rápidamente a un entorno en constante cambio, como resultado de la integración de la IA y la redefinición del rol del profesor, así como la demanda de habilidades blandas y la necesidad de estar acreditadas por instituciones internacionales.
Para enfrentar estos desafíos, las universidades y escuelas de negocio peruanas deben adoptar un enfoque proactivo y estratégico. Esto incluye invertir en tecnología, capacitación de personal y profesores, desarrollar nuevas habilidades pedagógicas, fomentar una cultura de emprendimiento e innovación y garantizar que todos los estudiantes tengan habilidades digitales muy desarrolladas.