Diversificación turística: ¿cómo ampliar la oferta de destinos que ofrece Perú?
Recientemente, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo dio a conocer los atractivos turísticos más concurridos en los meses de enero, febrero y marzo. Esta información incluyó el registro de visitantes a sitios turísticos, museos y áreas naturales protegidas. La relación de los primeros puestos fue la siguiente:
1. Circuito Mágico del Agua del Parque de la Reserva – Lima (818 mil usuarios)
2. Reserva Nacional de Paracas – Ica (217 mil visitantes)
3. Baños Termales de San Mateo – Moyobamba (204 mil usuarios)
4. Islas Ballestas – Ica (180 mil usuarios)
5. Explanada de Sacsayhuamán – Cusco (174 mil usuarios)
6. Parque Arqueológico de Ollantaytambo – Cusco (157 usuarios)
7. Santuario Histórico de Machu Picchu – Cusco (121 mil usuarios)
8. Complejo Arqueológico de Moray – Cusco (119 mil usuarios)
9. Ciudad Inca de Machu Picchu – Cusco (113 mil usuarios)
10. Parque Arqueológico de Pisac – Cusco (105 mil usuarios)
Al analizar este top-10, encontramos que son cuatro las regiones las que los concentran: Lima (1), San Martín (1), Ica (2) y Cusco (6). Si bien es razonable que Cusco concentre una gran cantidad de destinos por la proximidad que tienen y por lo que significa mundialmente la capital del Imperio Inca, es importante que exista una mayor y sana competencia con los atractivos de otras regiones, de cara a una necesaria diversificación turística que permita la sostenibilidad del sector en todo el país. Lo que contribuiría a su vez con el desarrollo económico de otras comunidades. A mayor competencia, mejores servicios y oferta variada para el turista, tanto local como extranjero.
¿Cómo iniciamos el camino hacia una diversificación turística?
El primer paso para desarrollar una estrategia efectiva de diversificación turística en Perú es identificar qué atractivos turísticos tienen una mayor oportunidad para congregar turistas, tanto por su capacidad para viralizarse en redes (que sus paisajes o recintos sean instagrameables o tiktokeables), su accesibilidad y por supuesto los servicios que tienen a disposición los visitantes.
Esta tarea implica un análisis completo de la oferta turística del país y una evaluación de los lugares que, a pesar de tener un gran potencial, reciben menos atención de los viajeros. Aquí hay que considerar no solo reservas, parques o santuarios nacionales, sino también sitios arqueológicos, museos o incluso establecimientos culturales creados en los últimos años.
Una vez seleccionados los destinos es importante evaluar su potencial turístico en términos de la singularidad del lugar, la infraestructura existente, la accesibilidad, la capacidad de carga turística y el impacto potencial en las comunidades locales y el medio ambiente. De existir puntos críticos, se requiere invertir en ellos para subsanar cualquier problema que pueda causar una mala experiencia en los visitantes y se requiere trabajar de la mano con las comunidades para su preservación y cuidado. Además, su participación garantiza un enfoque de desarrollo turístico más inclusivo y sostenible.
Aprender a vender nuevos destinos
La promoción y el marketing son esenciales para el éxito de cualquier estrategia de diversificación turística. Por más increíble que sea un destino, si la forma en la que se presenta al público no es la adecuada, el efecto no será el esperado.
Para ello, hay que utilizar el ABC del marketing y lo primero es realizar una adecuada segmentación del mercado y analizar su comportamiento. Esto implica comprender los gustos, hábitos intereses y preferencias de los diferentes tipos de viajeros, ya que no debemos tratar a todos de la misma manera. Hay perfiles más aventureros, más ecologistas, amantes de la historia y la cultura, más avocados al entretenimiento, o quienes buscan sol y playa, entre otros. Al analizar las cualidades de los destinos que queramos difundir necesitamos adaptar los mensajes para dirigirse a segmentos específicos.
Por otro lado, será muy importante la creación de contenido entretenido y llamativo para captar a los diferentes segmentos de viajeros. Independientemente del formato elegido (reels, álbums de fotos, etc.), el contenido debe enfatizar los aspectos distintivos y atractivos del destino, así como las experiencias que los viajeros pueden disfrutar donde estén.
El aporte de influencers especializados en viajes también puede resultar muy importante dentro de una estrategia de promoción de nuevos destinos debido al alcance que brindan y al reconocimiento que tienen.
Las oportunidades de complementar una experiencia
Además de los paisajes naturales o la riqueza histórica / cultural que puede ofrecer un destino, es clave rodearlo de actividades que puedan completar una experiencia inolvidable. Se podrían establecer las siguientes alternativas, buscando abarcar a los diferentes segmentos de viajeros que señalamos líneas arriba:
- Actividades ecoturísticas para los amantes de la flora y fauna.
- Actividades de aventura como trekking, ciclismo, escalada u otros en los alrededores.
- La gastronomía y la enología son componentes cruciales de la identidad cultural de un destino y pueden servir como potentes atracciones turísticas. Se pueden fomentar experiencias gastronómicas genuinas que resaltan los ingredientes y sabores regionales, así como la variedad de platos y bebidas típicas.
- Aprovechamiento de eventos y festivales locales como festivales, ferias o actividades deportivas que destaquen la identidad y el espíritu de las comunidades. A través de estos eventos, los visitantes tienen la oportunidad de interactuar con la población local, participar en celebraciones culturales y vivir experiencias únicas y memorables.
La diversificación de la oferta es crucial para el desarrollo sostenible y equilibrado del sector turístico peruano, ya que ayuda a preservar el medio ambiente y contribuye a una mejor distribución de los beneficios económicos que se desprenden de este sector que a su vez impacta en la hotelería, la gastronomía, el entretenimiento y diversos negocios locales.
Además de todo lo señalado, es determinante considerar que la sobreexplotación de recursos naturales y la degradación ambiental pueden resultar de una concentración excesiva de turistas en lugares populares. Recordemos que ya la Unesco advirtió en el pasado una sobreexplotación del Santuario histórico de Machu Picchu, solo por citar un ejemplo. Al promover destinos menos conocidos, la carga de visitantes se distribuye, lo que reduce la presión ambiental en lugares sensibles.
El Cañón de Tinajani en Puno; la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca en Arequipa; Tambo Colorado en Ica; Kuelap o el Leymebamba en Amazonas; Marcahuamachuco en La Libertad, son solo algunos de los atractivos que pueden explotarse aún más. Perú tiene una diversidad muy rica que merece ser promocionada al mundo. Hay grandes oportunidades de desarrollo y la diversificación turística puede contribuir a reactivar el sector en los próximos años.