Dinks & Sinks: dos segmentos de consumidores a mirar con atención
El término Dinks proviene de “Double Income, No Kids” o doble ingreso, sin hijos. Mientras tanto, Sinks proviene de “Single Income, No Kids” es decir, único ingreso, sin hijos. Estas características de vida no son nuevas (siempre han existido las personas solteras y que perciben una remuneración fruto de su trabajo), pero ahora son cada vez más frecuentes.
Debido a la crisis sanitaria y la incertidumbre social y económica, la maternidad y la paternidad se han postergado. Asimismo, el concepto de familia viene evolucionando. Así, encontramos parejas que optan por preferir tener mascotas o plantas a hijos. También la vida personal y el peso que tiene el trabajo en el día a día se vienen replanteando para dar paso a un mayor hedonismo, donde las experiencias son más valoradas, tanto a la hora de comprar bienes (ropa, muebles, etc.), hacer viajes o probar servicios (barberías, peluquerías, entretenimiento, etc.).
Si queremos dimensionar esto en cifras, de acuerdo al informe del “Hogar peruano” de Ipsos que se basó a su vez en datos del ENAHO (Encuesta Nacional de Hogares) y los estudios Multiclientes de Perfiles 2019 y Jefe de hogar 2018, encontramos que al 2019 existían 8.9 millones de hogares peruanos de los cuales el 26 % no tenía presencia de hijos. Si lo desagregamos encontramos lo siguiente: el 12 % eran hogares unipersonales, el 9 % hogares compuestos por solo parejas y el 5 % sin núcleo conyugal.
Lejos de ser una moda reciente, nos encontramos ante un cambio social que las marcas deben considerar en sus estrategias de marketing y comunicación, más aún en un contexto donde la pandemia ha limitado aún más los recursos, dejando un menor margen de error a la hora de elaborar estrategias para captar a nuevos consumidores y retener a los clientes actuales.
Radiografía de los Dinks & Sinks
Si queremos asignarles características demográficas a los Dinks & Sinks podemos señalar que se encuentran compuestos por personas entre 23 y 50 años que tiene un nivel socioeconómico medio o alto. Si bien generacionalmente se los puede asociar con ser millennials, también hay centennials e incluso de la generación X.
Los dinks son personas que manejan sus finanzas de forma consensuada pero cada integrante tiene también independencia para darse gustos que estén alineados a un aspecto profesional o personal. En tanto, los sinks son más individualistas y gozan el decidir sobre sí mismos. En ambos casos, y al no tener hijos, quienes pertenecen a estos segmentos disponen de más tiempo y dinero para satisfacer sus necesidades básicas (comida, vestimenta, educación, etc.) así como para destinarlos al consumo de diversos bienes y servicios de índole recreativo.
Oportunidades comerciales
Las marcas, independientemente del rubro en el que operen y su tamaño, tienen grandes oportunidades para aprovechar estos targets en un contexto donde si bien hay incertidumbre, también hay grandes aprendizajes como el vivir con más intensidad y aprovechar el ahora, sin dejar que las notificaciones del celular, por ejemplo, nos distraigan de lo que tenemos en frente.
Aquí es importante señalar que no hay un solo camino para captarlos. Por un lado, se puede optar por la diferenciación, explotando atributos como la calidad o la exclusividad.
Otro camino es apelar al factor emocional, vinculándolo a valores determinados e incluso generando un vínculo con causas sociales como la protección de animales, el cuidado del ambiente o el comercio justo mediante el apoyo a poblaciones vulnerables. Por ejemplo, una marca de ropa podría apostar por trabajar líneas de productos apoyándose en segmentos de la población que necesitan más oportunidades de trabajo, como pueden ser personas de la tercera edad que tienen tiempo y quisieran ingresos extra, o madres solteras. De esta forma, a través de un real apoyo laboral, se pueden constituir emprendimientos con un impacto social.
Una tercera vía puede ser la promoción de experiencias, ya sea para experimentar nuevas sensaciones o rememorar el pasado.
En cuanto a los canales para promocionar los bienes o servicios, si bien se puede pensar en los medios digitales (redes sociales como páginas web), hay que considerar que estos ya se encuentran saturados y bien se podría utilizar medios físicos de corte más disruptivos como invitaciones o catálogos pero que tengan más de un uso y sean reciclables o tengan un segundo uso.
Finalmente, lo que debe quedar en claro es que las marcas deben tener en claro los intereses de estos grupos y hablarles de una forma más empática y auténtica. Este tipo de consumidores son conscientes de las nuevas formas de hacer marketing, como el mayor uso de contenido o de piezas emotivas para cautivarlos, por lo que no se dejarán impresionar fácilmente. Entonces, la clave es ser más conscientes de las situaciones cotidianas y ofrecerles verdaderas soluciones a sus problemas, así como sorprenderlos mediante ofertas que no conocían.