¿Hacia dónde evoluciona la educación?
A diferencia de marzo del año pasado, donde las instituciones educativas experimentaron un abrupto cambio en su modalidad de enseñanza, pasando de lo presencial a lo virtual, para el inicio del año académico 2021 se espera una evolución de los servicios educativos dada la experiencia adquirida durante los últimos meses, tanto en metodologías de enseñanza, herramientas virtuales, así como en dinámicas para la sociabilización de los estudiantes.
Sin embargo, el gran reto a futuro es adaptarse a la nueva normalidad sabiendo que muy probablemente nunca regresemos al modelo de enseñanza 100% presencial, sino que pasaremos a una modalidad de educación híbrida, donde una parte de los alumnos asistirán presencialmente y otros recibirán clases en línea. Esto ya viene sucediendo en diversos países y muy pronto ocurrirá en nuestro país, en todos los niveles de enseñanza. Ya diversas escuelas de negocios están avanzadas en la implementación de aulas virtuales y en el desarrollo de productos blended, que permitan que los estudiantes elijan cómo quieren llevar un programa.
Ante este escenario, los actores del ecosistema de educación deben prepararse de la siguiente manera:
- Las instituciones educativas requieren invertir en tecnología que permita que sus aulas se conviertan en espacios de aprendizaje mixtos, donde los alumnos que están en el aula, así como los que están en su casa, puedan aprender de la misma forma. Aquí será fundamental contar con diferentes cámaras de video, así como dispositivos de audio que permitan escuchar con claridad la clase.
- Los docentes tendrán que aprender a desenvolverse con distintas audiencias y para ello necesitarán aplicar diferentes metodologías se aprendizaje y dinámicas dependiendo de las características de sus estudiantes.
Ahora, así como las instituciones educativas cumplen un rol, para cerrar el círculo virtuoso las familias deben cumplir el suyo. En el caso de los niños y adolescentes escolarizados que opten por la modalidad remota, los padres de familia deben, en la medida de lo posible, supervisar el trabajo de sus hijos, y los estudiantes comprometerse a prender las cámaras y efectuar los trabajos de manera responsable. También es necesario que se cuente con ambientes propicios para la concentración y el desenvolvimiento de tareas. Más que tener un estudio o un espacio exclusivo para el alumno, lo que se trata es que haya las condiciones necesarias para prestar la debida atención a las clases.
El proceso para llegar a la educación híbrida ya está en marcha y tendrá una curva de aprendizaje hasta llegar a su madurez, para lo cual es necesario tener paciencia y ponderar los beneficios que traerá consigo esta modalidad. Lo que no debe perderse de vista es que estos cambios responden a una tendencia global: la virtualización. Durante muchos años, el sector educación no se había visto reconfigurado de tal manera como lo es hoy. Por ello, más que buscar defectos ante este nuevo entorno o dar quejas, veamos soluciones y oportunidades. El futuro es hoy y nuestra capacidad de adaptarnos puede marcar diferencias positivas.