Creatividad para darle la vuelta a un “error”
La creatividad es crucial en las empresas peruanas, porque evita que los pequeños errores afecten la reputación o generen crisis que podrían ser difíciles de resolver. Uno de los casos más recientes y que ejemplifican la importancia de este componente es el ocurrido en la cadena hotelera Casa Andina.
Creatividad ante todo
Hace algunos días, una señorita posteó en su página personal de Facebook la foto de una situación muy curiosa presenciada en el hotel Casa Andina de Tacna y que le resultó increíble. En una sección de alimentos tradujeron por error la palabra “granola” como “big wave”, es decir, de manera literal: “gran ola”. Su publicación se viralizó.
Cuando Casa Andina vio el mensaje, optó por subir un post para darle vuelta a la situación. En su publicación intencionalmente tradujeron de manera literal al inglés diversos platillos tradicionales. Por ejemplo, lomo saltado como “jumping beef” y tamal como “it’s wrong”.
En ese mismo post invitaban a los cibernautas a compartir sus propias traducciones de otra comida típica: “solterito”. La respuesta del público resultó ser bastante positiva en redes. Por ello, decidí emplear este último ejemplo para realizar un ejercicio en mis clases en ESAN y las respuestas de los estudiantes fueron muy variadas: little single, forever alone, wanted, mister single, etc. Esta experiencia les permitió comprender la importancia de la creatividad para dar vuelta a los errores y reforzar la interacción entre una marca y su audiencia.
Estrategias efectivas
Las redes sociales son canales de comunicación cada vez más sensibles a los errores de las marcas, por más pequeños que estos sean. Cada equivocación es capturada y compartida por los cibernautas, hasta convertirse en viral en cuestión de segundos.
La respuesta a estos errores puede darse se manera formal o informal, pero es importante analizar la situación. En el caso de Casa Andina, el uso de un lenguaje más coloquial y cercano a las personas generó empatía y la marca pudo salir bien librada pues la traducción literal no generó un perjuicio a los huéspedes.
Ahora, si bien resulta importante que las marcas puedan mostrarse “más humanas” ante una equivocación, hay que tener en consideración que es imprescindible el dominio avanzado del idioma inglés. Desde ese punto, un error de traducción puede restarle seriedad a la marca en otro contexto.
Como reflexión final, recalco nuevamente que hay que tener mucho tino y evaluar el tipo de equivocación cometida, la reputación de la marca y en qué rubro se desenvuelve, entre otros factores. Solo así, una “solución creativa” será realmente efectiva. ¿Qué otros casos similares conoces? Cuéntanos tu experiencia.