Con las mascotas a todos lados: hacia más lugares pet friendly
Los establecimientos comerciales que permiten ingresar con mascotas aumentan en Lima, pero aún presentan algunos inconvenientes por resolver para mejorar la experiencia del cliente y del animal.
Los espacios amigables para las mascotas o pet friendly son una tendencia global que apenas da sus primeros pasos en el Perú. A la fecha hay restaurantes como La Bodega Verde, en Barranco, o Cerato Café, en Jesús María; tiendas de ropa, como Ripley, e incluso municipalidades, como Magdalena del Mar, que permiten el ingreso de animales a sus instalaciones.
Sin embargo, en términos de volumen no hay muchos espacios en los que las personas puedan acudir tranquilas con sus mascotas. Aquí, tenemos una gran oportunidad para que las marcas logren una mayor conexión con sus consumidores y mejoren el servicio que brindan. Y esto va más allá de “diferenciación” en el servicio; implica adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores.
Guardando las distancias, recordemos cómo en el 2016 ya se hablaba de tener el wifi como un servicio indispensable en los establecimientos comerciales. Lo mismo ocurre con las facilidades que deben tener las personas para con sus mascotas.
Dificultades y retos
Es importante entender que los negocios de supermercados no deberían sumarse a esta tendencia, por motivos de salubridad y saneamiento. No obstante, estos establecimientos sí pueden incorporar a las afueras espacios acondicionados para que las mascotas puedan estar en un lugar cómodo y seguro mientras esperan a sus dueños.
Y esto va más allá de poner un poste para que estén amarrados. Requiere a personal que cuide que no haya problemas entre las mascotas y que se evite el contacto con otras personas ajenas a los dueños. También, podría darse el caso de brindarles agua o pequeñas dosis de comida. Lo más importantes es que puedan estar protegidas y bien cuidadas, cosa que no ocurre hoy. ¿Cuántas veces vemos a un perrito amarrado a una baranda y con miedo?
Por términos de costos quizás los dueños tengan que pagar adicionalmente por este servicio, pero no deja de ser una posible alternativa. Recordemos que las personas quieren pasar el mayor tiempo posible con sus mascotas.
En lo concerniente a otros establecimientos, principalmente restaurantes, de no optar por ser abiertamente pet friendly, pueden habilitar áreas parciales, como ocurría antaño con los espacios para fumadores. Aquí, cabría poner limitaciones o reglas, como el hecho que los perros grandes tenga bozal, por citar un ejemplo.
Oportunidades
El cuidado de las mascotas es una prioridad cada vez mayor de las personas. No solo se evidencia cuando los animales son llevados a una veterinaria para realizarles controles médicos, sino también en la compra de juguetes y otros accesorios. Incluso han surgido nuevos negocios como los cuidadores de perros, los encargados de sacarlos a pasear en la mañana o la tarde. Todo ello sienta las bases de la tendencia pet friendly.
En ese sentido, ¿por qué tendrían que unirse a esta tendencia negocios como librerías, centros comerciales y restaurantes? La respuesta es sencilla: al poder ingresar con su mascota, el cliente no tiene la necesidad de dejarla en casa y puede pasar más tiempo con ella en el establecimiento comercial, en lugar de irse temprano a casa para atender al animal. Ello aumenta las probabilidades de que la visita termine con una compra.
También, el hecho de ser pet friendly permite que una marca tenga una buena imagen de cara a los consumidores y esto pueda incrementar la lealtad hacia ella.