DIRECTORIOS EN TIEMPOS COMPLEJOS: LIDERANDO UN MUNDO DINÁMICO E INCIERTO
En el entorno empresarial contemporáneo, caracterizado por una volatilidad e incertidumbre sin precedentes, el papel del directorio ha adquirido una importancia crítica. Ya no debe limitarse solo a aprobar estrategias o supervisar de manera pasiva el cumplimiento, sino que debe ejercer un liderazgo activo, estratégico y resiliente. Esto es especialmente relevante ante los desafíos actuales como la inestabilidad de los mercados, las alianzas globales, los cambios políticos, la transformación digital y el aumento de la inseguridad ciudadana, entre otros.
Para conservar su efectividad en este nuevo contexto, donde lo único constante es el cambio (Heráclito), los directorios tienen que considerar los aspectos fundamentales que se mencionan a continuación.
1. Entorno en permanente transformación
La globalización ha transformado el panorama corporativo, intensificado por eventos como la pandemia, las tensiones geopolíticas, las guerras regionales y la formación de nuevos bloques económicos. La transformación digital ha acelerado la obsolescencia de modelos tradicionales, mientras que las crecientes demandas sociales y ambientales presionan por la adopción de criterios ESG (Environmental, Social, Governance).
En el caso de nuestro país, la incertidumbre política y el aumento de la inseguridad ciudadana obligan a las organizaciones a replantear sus enfoques operativos y su interacción con los principales grupos de interés, por lo que los directorios deben evolucionar de simples supervisores a custodios activos de la sostenibilidad empresarial.
2. Redefiniendo la efectividad del directorio
La efectividad en la gobernanza se refleja en su capacidad para contribuir activamente a la formulación, supervisión y ajuste de la estrategia organizacional, asegurando sostenibilidad, ética y creación de valor a largo plazo. Esto se sustenta en una ejecución presente, con competencias, procesos y dinámicas adecuadas, e implica:
• Agilidad estratégica para responder a cambios imprevistos
• Diversidad cognitiva y cultural para interpretar el entorno global
• Gobernanza dinámica que equilibre riesgos y oportunidades
• Conexión con stakeholders, incluidos reguladores, comunidades y clientes
3. Factores clave para la efectividad del directorio
Los elementos esenciales incluyen su composición y diversidad, la vigilancia de los riesgos actuales y emergentes, la capacidad para gobernar la estrategia de la empresa y observancia de la ética, la integridad y la legitimidad organizacional. En contextos marcados por inseguridad física, ciberataques, desinformación política y boicots sociales, como los que estamos siendo testigos de excepción, el directorio debe actuar como un radar sensible a señales de riesgo crítico. Para ello, debe realizar análisis de escenarios, evaluando riesgos no tradicionales como desinformación y crimen organizado, y promoviendo sistemas de alerta temprana junto con una cultura organizacional de reporte sin miedo.
4. El directorio como constructor de alianzas
En un mundo cada vez más interconectado como el actual, las alianzas estratégicas son clave para la supervivencia, por lo que los directorios deben identificar actores con los que colaborar, evaluando su calidad y sostenibilidad, así como proteger los intereses a largo plazo de la organización.
5. Desafíos comunes
Incluso los directorios más comprometidos enfrentan la falta de tiempo real para comprender el negocio y sus cambios, una cultura de complacencia en empresas históricamente exitosas y el dominio de la alta gerencia, que inhibe el debate y genera zonas oscuras. Además, tienden a estar desactualizados en tendencias clave como las reales implicancias de la inteligencia artificial generativa, ESG o economía circular.
6. ¿Cómo potenciar la efectividad del directorio?
Algunas recomendaciones prácticas para optimizar sus funciones incluyen:
• Autoevaluación anual del directorio, enfocada no solo en cumplimiento sino en impacto estratégico integrado
• Formación continua en tecnologías emergentes, geopolítica, ESG y liderazgo, entre otros
• Mejora en la calidad y cantidad de la información, con reportes sintéticos, predictivos y relevantes
• Agenda proactiva que dedique tiempo a temas estratégicos, no solo operativos y reactivos
• Escucha activa a los stakeholders de manera íntegra y sistémica
Finalmente, en un mundo que evoluciona más rápido que la capacidad institucional de adaptarse, el directorio debe funcionar como el soporte y la guía de la organización, ofreciendo estabilidad en tiempos de incertidumbre y monitoreando el camino hacia el futuro deseado, respectivamente. Su efectividad no es solo un componente de buen gobierno corporativo, sino que, en muchos casos, marca la diferencia entre la continuidad o la disolución de la empresa. El rol que desempeña como entidad estratégica, ética, vigilante y colaborativa es más relevante que nunca. Invertir en fortalecer la efectividad y eficiencia del directorio no es un lujo: es una necesidad para la sobrevivencia empresarial.
Es por ello que creo firmemente en organizaciones que fortalecen su estructura y construyen futuros sostenibles.