DIRECCIÓN DE CUMPLIMIENTO: LA RESILIENCIA EN LA ESTRATEGIA Y EL RIESGO
El papel que actualmente juega el gerente de cumplimiento (CCO por sus siglas en inglés) es de tal trascendencia dentro de una organización que puede decirse que es la llave que permite el crecimiento sostenido de la empresa, basado en un adecuado manejo de la ética para la defensa no solo de la organización, sino, de la sociedad en su conjunto, facilitando así el desarrollo de las operaciones y evitando problemas futuros, o, en todo caso, el único que ayuda a los gerentes a tomar el riesgo correcto.
Dada una serie de eventos ocurridos, la ética empresarial, alimentada por la intolerancia pública hacia los escándalos corporativos del pasado, ya empezó a estar al frente y en el centro de los debates, de las noticias y otros foros. Los inversionistas, clientes y otros stakeholders ya están, a través del uso de la tecnología, en capacidad de monitorear y juzgar la conciencia corporativa. Estos eventos ocurridos, normalmente negativos, tienen un gran impacto en la misma dirección para la reputación de la empresa y, para todos es conocido, que este efecto en sí mismo conlleva a grandes pérdidas para las organizaciones.
El mundo en que vivimos cada vez nos limita más un bien muy preciado: el tiempo; y el crecimiento de los negocios requerirán tomar grandes, pero inteligentes, riesgos con rapidez y saber que lo que está por venir puede complicarse. El crecimiento a todo costo no debe ser aceptado. Requerirá transparencia y responsabilidad, respeto y consideración a todos los stakeholders. Son tiempos en que los negocios están muy presionados para ahorrar el uso de escasas fuentes naturales o ser seriamente penalizados por actos de daño a la sociedad o al medio ambiente. Vendrán tiempos más complejos, más riesgosos, pero a su vez, estas características pueden devenir en una ventaja para aquellos que mejor gestionan su riesgo y aquí el papel del gerente de cumplimiento es clave.
En un futuro muy próximo los CCOs estarán en el centro del cambio radical que está redefiniendo los negocios. En todos los sectores, esta posición que escasamente existía hace unos 15 años, será un confidente mucho más cercano al CEO, un miembro permanente de la plana ejecutiva y un asesor de riesgo muy requerido cuando se establezcan las estrategias. Su voz prevalecerá y su consejo contribuirá con la resiliencia de la organización.
Muchos componentes de la función de cumplimiento actual estarán ampliamente integrados en la organización, al igual que hoy lo están los elementos de finanzas. Esto permitirá que el CCO se enfoque en apoyar la mejora de las estrategias organizacionales mediante una mejor gestión de riesgos, en lugar de simplemente gestionar marcos.
La encuesta “State of Compliance 2014″ de PwC indica que algunas organizaciones ya están avanzando en esta dirección, aunque el progreso varía por industria y tamaño.
En el futuro: ¿Qué se espera de la función de los CCOs?
De cara al 2025 y en adelante, los CCOs integrarán el cumplimiento en toda la organización: los procesos regulatorios y de cumplimiento serán más automatizados y parte de la vida diaria; la ética será un tema central en las discusiones empresariales; existirán marcos para gestionar riesgos inherentes que continúan desconcertando a las organizaciones; las habilidades de cumplimiento estarán integradas en cada función; y los empleados verán el cumplimiento como una parte esencial de su trabajo.
Los CCOs evolucionarán la función de cumplimiento: adoptarán análisis de datos y tecnología para obtener una visión completa de la organización; las métricas se centrarán en el impacto más que en la actividad; la función será innovadora, utilizando redes sociales y aplicaciones de nuevas maneras para el cumplimiento; y el desempeño del cumplimiento se capturará centralmente, permitiendo reportes simplificados.
El gerente de cumplimiento estará más cerca de la planificación estratégica, viendo cómo las estrategias podrían impactar en la resiliencia organizacional. Se enfocará más en los riesgos estratégicos que amenazan el crecimiento sostenido del negocio. Estará equipado con tecnología y métricas para identificar problemas potenciales que le permitirá mitigarlos tempranamente y actuará como una suerte de conciencia moral de la organización, asegurándose de que no se cruce líneas éticas con ningún grupo de interés. Deberá comunicar la importancia de la ética empresarial a todos los empleados y actuar como modelo a seguir, siempre haciendo lo correcto, incluso cuando es difícil.
Como se puede apreciar, estas son grandes responsabilidades. ¿Tienen los oficiales de cumplimiento de hoy la combinación adecuada de pensamiento estratégico y habilidades / capacidades de gestión de riesgos para cumplir con estas expectativas? Algunos sí, pero muchos quizás no.
Y si el rol de CCO es tan importante, ¿por qué no es más deseado? Al igual que hace algunos años, ¿quién habría pensado que el gerente de contabilidad se convertiría en el CFO de hoy?
Entonces, ¿hacia dónde se dirige esta función? ¿Es siquiera el nombre correcto para ella? ¿No estamos describiendo en realidad a un gerente de resiliencia, o un gerente de facilitación? Después de todo, ese será el valor del trabajo de esta persona: mayor resiliencia y facilitación. En un mundo que cambia rápidamente, ¿puede un CEO ser verdaderamente efectivo sin uno?
“Se necesita 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla. Si piensas en eso, harás las cosas de manera diferente.”. (Warren Buffett)