Coronavirus: ¿Qué hacemos con la reunión de directorio?
Una de las obligaciones empresariales más difíciles es intentar obtener algo positivo en medio de una situación de crisis, incluso ante un escenario duro y con efectos tan marcados como el que la pandemia Covid-19 nos está haciendo pasar.
Lo más probable es que, estando en el mes de marzo, ya se tenga agendada la reunión de directorio, como todos los años. En ella se discutirá, entre otros temas, los resultados obtenidos el año pasado, la propuesta de distribución de los mismos y, por supuesto, el impacto que la pandemia está teniendo en el negocio y el mercado en el que se desarrollan sus actividades. Es decir, estamos ante una de las más importantes reuniones de directorio del año.
Sin embargo, al momento de coordinar la fecha para lo que muchos consideran “La Reunión”, lo cual pasó por el gran obstáculo de cuadrar la agenda de todos los miembros, nadie tenía conocimiento que, en un mensaje a la nación, el presidente Vizcarra decretaría el aislamiento social obligatorio, que implica: no reuniones o reuniones en donde los participantes deberían tener una distancia que los separe -gracias Renato Cisneros por la frase- de por lo menos un metro.
Entonces, ¿qué hacemos con “La Reunión”? Nos encontramos ante, por lo menos, tres alternativas. La primera es postergar todo hasta abril. No obstante, lo más probable es que en los estatutos se indique que la reunión para la aprobación de los resultados del año debe hacerse a más tardar en marzo del año siguiente. La segunda opción de algunos (y la menos indicada) es mantener la fecha original y reunirse, como diría Eva Ayllón, en el lugar de siempre, sin darse la mano y sentándose a un metro de distancia. Lo cual, a todas luces, contradice el estado de emergencia y la orden del Ejecutivo.
Entonces aparece la tercera opción y la más sensata: mantener la fecha y reunirse virtualmente, con todas las facilidades tecnológicas que hoy tenemos. Esta opción no solo permitiría que todos cumplan apropiadamente con el mandato establecido en los Estatutos de la empresa, sino garantizaría la seguridad de todos los miembros del directorio. Es también una oportunidad para dar un paso hacia el nuevo camino que la tecnología ha trazado y que nos permite un uso más eficiente del tiempo y espacio.
Ya para la próxima reunión, como lo acaba de decir el Papa Francisco, volveremos a reírnos juntos. Fuerza y coraje.